viernes, 15 de marzo de 2019

Entrevista capotiana a Enric Balasch


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Enric Balasch.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Mi casa.
¿Prefiere los animales a la gente?
No. Prefiero la gente.
¿Es usted cruel?
No me considero cruel.
¿Tiene muchos amigos?
Los justos para poder atenderlos. Amigos de verdad, amigos con todas las letras, pocos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
La lealtad.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No.
¿Es usted una persona sincera?
Lo más que se puede sin molestar a nadie.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leyendo, escribiendo, viendo cine...
¿Qué le da más miedo?
La violencia.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Como dijo alguien el escándalo está en los ojos del que mira. Nada me escandaliza.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Además de escritor mi otra vida son los viajes. Eso es lo que más me gusta.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Bicicleta estática y estiramientos.
¿Sabe cocinar?
Sí.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Groucho Marx.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Paz.
¿Y la más peligrosa?
Guerra.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Izquierdas.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Piloto de aviones.
¿Cuáles son sus vicios principales?
La pereza.
¿Y sus virtudes?
La constancia.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Mis seres queridos.
T. M.