lunes, 10 de junio de 2019

Entrevista capotiana a Agustín Márquez


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Agustín Márquez.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Un lugar poco ruidoso.
¿Prefiere los animales a la gente?
MUUUUUcho me temo que no.
¿Es usted cruel?
Espero que no.
¿Tiene muchos amigos?
No se pueden tener muchos amigos, y quien diga lo contrario… me hará desconfiar.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que sepan leer.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
A veces leen cosas menores, pero son buena gente.
¿Es usted una persona sincera? 
Sí (al final de la entrevista podrá comprobarlo).
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Buscándome más ocupaciones.
¿Qué le da más miedo?
La jactancia de la ignorancia.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La ausencia de diálogo.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Habría sido un poco más infeliz.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
No puedo vivir sin hacer ejercicio físico: me deprimo.
¿Sabe cocinar?
Me gusta comer, pero no cocinar. Con esto creo que respondo a la pregunta.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Tal vez escribiría sobre el Coyote (del Coyote y el Correcaminos): un ejemplo de cómo sobreponerse a tantos fracasos.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Escuchar.
¿Y la más peligrosa?
Oír.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Sí, pero matarle solo un poquito.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Actualmente mi tendencia política está muy cerca de la indiferencia.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Notario. Me vuelven loco las plumas tan hermosas que utilizan para dar fe.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Poca cosa: leer, deporte y alguna cerveza.
¿Y sus virtudes?
Creo que eso debe responderlo quien le conozca a uno.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Esta entrevista. ¿No se lo cree? Le dije que soy sincero.
T. M.