lunes, 9 de septiembre de 2019

Entrevista capotiana a Elena Montagud


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Elena Montagud.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Me gustaría vivir en alguno de los lugares de mi infancia cuando sentía esa felicidad inocente que con el paso de los años vamos perdiendo. Esos veranos tan largos, con aromas difíciles de olvidar. Creo que más que un lugar, yo elegiría un “tiempo” en el que vivir… porque en esa época infantil los lugares parecen grandes y diferentes siempre y no sientes la rutina del mismo modo.
¿Prefiere los animales a la gente?
Siempre se suele escuchar a veces eso de “prefiero a mi perro/gato que a la gente” y quizá en ocasiones nos podamos sentir así… Reconozco que yo amo a mi perro y que muchas veces lo creo persona y él seguro que también se siente así, y aunque el ser humano comete actos horribles que un animal no cometería, también ofrece cosas que los animales no pueden.
¿Es usted cruel?
Creo que no, pero quizá eso deberían decirlo lo demás…
¿Tiene muchos amigos?
Para mí no es necesario tener muchos, sino aquellos que de verdad puedes considerar amigos. Y soy una persona bastante selectiva, no sé si es bueno o malo, pero me cuesta hacer amigos, lo reconozco.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que sean sinceros, que sean leales y que me quieran. Detesto la amistad por interés, y desgraciadamente de esas hay muchas por ahí.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Considero que si me decepcionan no eran amigos o que la idea de amistad que teníamos ambos era totalmente distinta.
¿Es usted una persona sincera? 
Siempre he pensado que la sinceridad plena está sobrevalorada. Es decir, a mí no me gusta que me mientan… pero en ocasiones decir una verdad puede dañar demasiado a alguien y eso es injusto.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leyendo, escribiendo, viajando, viendo películas y series. De cualquier modo, no dispongo de mucho tiempo libre y eso me apena un poquito.
¿Qué le da más miedo?
Que les pase algo malo a quienes quiero.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Creo que hoy en día hay todavía demasiadas cosas que nos escandalizan (y a veces escandalizan cosas que no deberían escandalizar). Pero a mí me escandaliza que las mujeres aún caminemos con miedo por la calle, que no podamos sentirnos libres en cuanto a quien queremos, que se torturen animales, que nuestro mundo esté cada vez más dañado por nuestra propia culpa…
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Realmente creo que habría hecho lo mismo que ahora: ser profesora. Porque aunque escriba y lo considere como un trabajo (y una pasión y necesidad, por supuesto), también tengo otro trabajo con el que subsistir y es el de la enseñanza. Que mira, también es una vida creativa. Yo no estoy hecha para otros caminos…
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Hago pilates por problemas de espalda y yo lo recomiendo a todo el mundo. Siempre había asociado pilates con algo así como muy lento, sencillo… pero a mí me dan mucha caña y disfruto.
¿Sabe cocinar?
Saber sé, pero como no dispongo de tiempo, es imposible que vaya mejorando. Quizá ahora haya ido a peor.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Julio Cortázar o a Silvina Ocampo. De igual manera ya he escrito artículos y trabajos universitarios sobre ellos. Me fascinan.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Para mí, serendipia, que significa el hallazgo fortuito o por destino de algo valioso e inesperado.
¿Y la más peligrosa?
Una en sí no sé, pero es que hasta la palabra más inofensiva puede dañar terriblemente según cómo se diga o quién.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Todos alguna vez hemos pensado o dicho algo como “es que mataría a…”, pero del dicho al hecho… La verdad es que nunca hay que decir nunca, pero no me veo capaz de quitarle algo tan valioso a alguien, de cometer un crimen tan atroz.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Yo no suelo ser una persona muy política porque no me siento afín del todo con ninguna tendencia.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
¿Millonaria? Podría pasarme el día escribiendo, sería tan productiva…
¿Cuáles son sus vicios principales?
¿Vicio? Pues yo creo que ahora mismo no tengo ninguno, aunque si pensamos en vicio algo como pensar siempre en lo peor… pues quizá ese.
¿Y sus virtudes?
Soy constante, trabajadora y autocrítica (¿consideramos esto también como defecto?)
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Eso es algo que me da mucho miedo pensar, lo de ahogarse… Me gustaría que se me pasaran por la cabeza los mejores momentos de mi vida, para al menos contar con algo bonito.
T. M.