sábado, 3 de diciembre de 2022

Entrevista capotiana a Gabriel Calderón

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Gabriel Calderón.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? ya vendrá y será la muerte. Sino será el infierno, en el que también se está encerrado y es eterno. Cualquier lugar del que no se pueda salir jamás se parece al infierno o a la muerte. Así que no hay una verdadera opción detrás, elijamos lo que elijamos terminaremos odiándolo. 

¿Prefiere los animales a la gente? Los animales me prefieren a mí, y la gente prefiere a los animales antes que a mí, entiendo una lógica detrás de todo. También prefiero a ellos, ya sea animales o gente, antes que a mí. pero no me puedo evitar, soy como el lugar eterno al que estoy condenado en la pregunta uno.

¿Es usted cruel? Sí.

¿Tiene muchos amigos? Ellos creen que sí.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? No busco mucho, más bien encuentro y agradezco la inteligencia y el humor. Pero no los condeno por la falta de ellos. 

¿Suelen decepcionarle sus amigos? No. Tampoco es que tenga ni muchas expectativas ni muchos amigos. Los pocos que tengo se portan bien.

¿Es usted una persona sincera? No lo sé, no me esfuerzo por serlo, no veo mucho mérito en ello. Cabría diferenciar entre honestidad y sinceridad. Suelo pensar que tiene más mérito ser honesto que ser sincero. No son definiciones que contraste con la RAE, sino definiciones que me sirven para decidir. La sinceridad sería decir lo que se piensa, mientras que la honestidad es decir que lo que se piensa tamizado por una red de valores personales, morales, éticos. No creo que tenga ningún valor andar diciendo lo que uno piensa, a no ser que se persigan objetivos nobles o importantes.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? No tengo tiempo libre. Vivo con mi familia, mi pareja, mis hijos, hago teatro, paseamos, leo, escribo, estoy muy ocupado haciendo del tiempo algo interesante.

¿Qué le da más miedo? El sufrimiento de mis hijos.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Todo me escandaliza, trato de que nadie me robe el derecho a escandalizarme, como decía Pasolini. Me escandaliza mucho la ceguera de la gente sobre sí misma, y me indigna y escandaliza a niveles astronómicos cuando esa ceguera es mía sobre mí mismo.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? No soy escritor, soy dramaturgo, es una cosa rara que me tiene muy entretenido. Escribo para gente que nunca me leerá, sino que tendrá una experiencia artística en un teatro donde yo no estaré ni estará mi escritura, ni mis páginas. Escribo el inicio de un eco. 

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Basketball y hablar.

¿Sabe cocinar? Cocino todos los días alternado con mi pareja, para que mis hijos coman casero. 

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?  Felisberto Hernández -dijo- "hagamos cosas raras y recordémoslas después".

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Esta pregunta se nota que Capote tenía una respuesta preparada, sino es inentendible. Cualquier palabra es lo opuesto a la esperanza, significa el cierre de las posibilidades, la conclusión. Toda palabra es una fijación, un cementerio de significados, son los oídos, los ojos  y los cerebros los que abren esperanza. La boca, las manos y las palabras son armas de aniquilación.

¿Y la más peligrosa? "Hola" "Te puedo decir algo?" "Cómo estás" Vení, hablemos".

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Sí, lo he intentado, tres veces, la tercera lo logré, fue un crimen perfecto, estoy impune.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Soy de izquierda con tendencias derechistas, detesto la mediocridad pero amo la moderación. Muchas veces tengo más acuerdos con gente de derechas que con de izquierdas, pero no llego a votarlos jamás porque no acuerdo en sus ideales. Todos los que dicen que no hay izquierdas y derechas son de derechas, y todos los que dicen la frase anterior son de izquierdas. Si gana la izquierda en el gobierno enseguida me vuelvo un poco de derecha y viceversa. Mi tendencia sería "molesto e infantil" pero ya estoy creciendo y madurando.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Más inteligente, más hermoso, más femenino, más rico, más poderoso, más solidario, más atlético, más fuerte, más empático, más honesto y mucho mucho mucho mucho mucho menos ambicioso. 

¿Cuáles son sus vicios principales? Vivir, no puedo dejarlo. Tampoco lo he intentado. Calculo que ya se me pasará solo.

¿Y sus virtudes? Soy un aceptable dramaturgo.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Mis hijos, mis hijos, mis hijos.

T. M.