Sándor Márai (Kassa, 1900, hoy en Eslovaquia-San Diego, 1989) ha ido recuperando el éxito arrollador del que disfrutó entre sus compatriotas con sus obras narrativas y teatrales en los años treinta y cuarenta; éxito truncado por el régimen comunista, que prohibió sus libros. De hecho, abandonó su país en 1948 y emigró a Estados Unidos. Ahora, un par de décadas de que en España volviera a eclosionar su voz con novelas como “El último encuentro”, “La herencia de Eszter” o “Divorcio en Buda”, y tras ver la luz más novelas cortas, sus dos tomos biográficos y sus diarios, nos llega “Los celosos” (traducción de F. Oliver Brachfeld), otro gran texto que por su calidad se acercaría a su obra maestra, la maravillosa “La mujer justa”.
Todo parte de la noticia –que recibe el protagonista, Péter– de que el patriarca de la familia Garren está agonizando y que él y sus hermanos han de que acudir a su lecho de muerte. Pero, más allá de estas circunstancias, la exquisita prosa del autor húngaro nos lleva a conocer personajes tan atractivos como Karo, la amante de Péter, que aparece en una extraordinaria descripción sensual en el segundo capítulo, al tiempo que es presentada como una ferviente religiosa. Junto con ello, toda una sociedad de aspecto decadente, heredera de la disolución del Imperio austrohúngaro, cobra fuerza en la escritura de un Márai que publicó esta novela en 1937 –cuando aún las huellas de la anterior guerra eran palpitantes–, logrando crear un gran examen de las relaciones interfamiliares.
Publicado en La Razón, 25-III-2023