A ello se le añade un gran material inédito, esto
es, el contenido de una serie de notas de lectura en que podemos conocer tanto
asuntos introspectivos del que fuera premio Nobel en 1981 como reflexiones en
torno a Kafka, cronológicamente anteriores y posteriores a “El otro proceso”.
De modo que aparte de aparecer el Kafka que usó sus angustias amatorias para
volcarlas en su escritura, y después de sendos prólogos de Susanne Lüdemann e
Ignacio Echevarría, vemos a un Canetti que ve a su objeto de estudio como a
alguien que tiene inquietantes dudas habiendo nacido en su contexto concreto
para la fe. Escribe, entonces: “Cada paso como huida ante la duda. (Kafka)”, a
lo largo de un libro que tiene a veces tono de aforismo: “Volverse poco claro a
través de la claridad: el genio de Kafka”, y en el que encontramos piezas tan
llamativas como una conferencia en que se compara al autor praguense con Proust
y Joyce, de 1948. Un Kafka que Canetti ve en los antípodas de lo vanidoso y que
ejerce en los lectores una suerte de transformación, pues “mientras lo leemos,
nos volvemos buenos, pero sin enorgullecernos de ello”.
Publicado en La Razón, 6-V-2023