No puede empezar de forma más interesante este libro al abrirse con un epígrafe de Ralph Waldo Emerson, de su texto de 1867 “La religión natural”, por cuanto este pensador estadounidense es de los más eficaces, a nuestros ojos, para desempeñarnos en el materialismo y la espiritualidad de este siglo y certificar el trasfondo moral que tiene todo. Esa cita declara que “el impulso religioso es el principio más revolucionario de la experiencia humana, porque eleva e impulsa al hombre más allá de sí mismo”. Y así lo entendió Dominic Green, crítico literario, historiador y editor de Cambridge, Massachusetts, que ha escrito un magnífico libro, traducido por Alfred Bosch, que nos coloca en la segunda mitad del siglo XIX.
En ese tiempo de revoluciones tecnológicas y descubrimientos científicos de inmensa trascendencia, la preeminencia de la Iglesia y sus diferentes fes religiosas se sometían a un acendrado cuestionamiento. Green recurre a Emerson y otros autores señeros que promulgaron una forma de vida, natural y fraterna tanto como realista y valiente, en pos de un giro a la obsesión capitalista de los jóvenes Estados Unidos; eso lo lleva también a encontrar voces similares en Europa, con filósofos franceses, Nietzsche o Darwin, hasta llegar hasta Oriente de la mano de Gandhi, al que tanto influyó el Tolstói de “El reino de Dios está en nosotros”.
Se trataba de alcanzar una espiritualidad que no estuviera anclada en púlpitos, hipocresías institucionales y dependencias a libros sagrados, y que optara por una comunión con todo lo circundante, vegetal, animal y humano. “A medida que el impulso religioso inundaba todos los aspectos de la conciencia individual y el esfuerzo colectivo, lo santificaba todo con un significado trascendente, un hecho que perturbó al gobierno de los brahmanes desde Boston a Bombay”, escribe Green. Partiendo de que la religiosidad es uno de los umbrales de la conciencia humana, el autor demuestra, en suma, que la revolución religiosa trasciende a la vida, dado que en este mundo regido por el racionalismo científico y el poder constante de la tecnología, el ser humano aún sigue buscando lo místico y lo metafísico.
Publicado en La Razón, 4-XI-2023