miércoles, 10 de enero de 2024

Entrevista capotiana a Xavier Rull

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Xavier Rull.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Marte. Sé que no va a pasar jamás, pero si hubiese una expedición allá cuando yo sea viejo y aceptasen civiles e hiciesen un sorteo y me tocara, iría para allá. Pese a los riesgos (evidentes) de un viaje así, lo haría. Y una vez allá, si pudiera aislar mi mano del resto de mi cuerpo (en el traje espacial), me quitaría por unos segundos el guante y "tocaría" el aire marciano, incluso el suelo, con mi propia piel (solo unos segundos: allá suele haber 70 grados centígrados bajo cero, aunque en algún momento, según la posición del Sol, pueden estar a 35 grados centígrados positivos).

¿Prefiere los animales a la gente? No me dicen nada los animales (ni los domésticos ni de cualquier otra clase), pero sé que un perro puede ser la mejor compañía para una persona, a veces más que cualquier ser humano. Un perro muestra afecto hacia su amo siempre, incondicionalmente (a no ser que el amo maltrate el perro, algo que no debería ser, claro está). Su compañía, el cariño que muestra... es genuino y permanente. Eso nos debería hacer reflexionar a las personas, pues muchas veces los humanos actúan de modo egoísta, incluso a veces causando daño a otros humanos.

¿Es usted cruel? Es una muy buena pregunta, y no se responde fácilmente. Dejemos el sufrimiento de otra persona, que es lo que permite definir la crueldad según la respuesta de otros humanos hacia ese sufrimiento. Vayamos a otro terreno. Pongamos la soberbia. Cuando un gobernante, un jefe de sección, un juez, un fiscal, un sargento o un académico engreído se cree superior a sus otros congéneres y trata a sus congéneres con actitud fachenda, yendo sobrado, sabiendo que puede dominar al otro sin que haya represalias hacia él mismo... ¿hasta qué punto no está siendo cruel? Y ya no digo si dichas personas acaban abusando efectivamente de su poder (lo que suele ocurrir). Eso es crueldad, para mí. ¿Y quién no ha notado una chispa de soberbia en su interior alguna vez en su vida?

¿Tiene muchos amigos? Los suficientes.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Que me amen, que me respeten y que me comprendan. Pero una precisión: yo no busco eso en mis amigos. Ellos (generosamente) ya me lo dan.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? Jamás lo han hecho. Me ha decepcionado mucha gente (como le ocurre a todo el mundo), pero aquellas quienes yo he llegado a ponerles la etiqueta de "amigo", jamás. Seguramente se debe a que, cuando yo pongo la etiqueta de "amigo" a alguien, en mi fuero interno ya me he cerciorado de que es una persona noble.

¿Es usted una persona sincera? Por supuesto. Y eso me ha generado más de un disgusto. Diré más: lo que odio más en la vida es la hipocresía. Y añado: la gran mayoría de la gente no es hipócrita (los hay pero son una minoría). Pero en los partidos políticos (en todos) lo que abunda más es la hipocresía. Y por cada militante de partido que es honesto, cumplidor y coherente (¡los hay!), hay otro militante que es un hipócrita con mayúsculas.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Viendo películas de intriga, espías, ciencia-ficción... Igualmente, escribiendo aventuras espaciales o novela negra. Pero lógicamente también me agrada mucho dedicar tiempo a mis amistades.

¿Qué le da más miedo? Perderla a ella. Esa "ella" que me tiene secuestrado el corazón. Perderla me da mucho miedo. (Supongo que si ocurriera eso, al cabo de unos pocos días lo habría superado, poco más o menos, porque la gente también estamos programados para sobrevivir... pero imaginarme que ocurriera eso me provoca miedo.)

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Como dije antes, la hipocresía.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Ese escenario alternativo es imposible. Ser creativo me define. No "he decidido" ser creativo. La vida lo decidió por mí.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Andar.

¿Sabe cocinar? Bueeeeeeeeeeeno. (Dejémoslo ahí.)

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Carles Puigdemont. Es el mejor político español desde Adolfo Suárez. No lo digo con ironía: yo nunca digo una cosa por otra. Y ya sé que mucha gente de la España castellana le odia (aunque jamás haya hablado con él: ¿cómo se puede odiar a alguien sin haberlo tratado?). Pero cualquier politólogo (español o extranjero) que analice la política española sabe que Puigdemont es un político de una talla descomunal, mucho más alta que los otros políticos españoles coetáneos a él. Y ojo: esa apreciación mía es compartida por otros políticos rivales. Llegó a decir algo semejante de Puigdemont... ¡el mismísimo líder del PP, Alberto Núñez Feijóo!

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? "Llibertat" (en catalán-valenciano, aunque su equivalente en cualquier idioma tiene la misma fuerza).

¿Y la más peligrosa? La misma, "llibertat", precisamente porque es la que más esperanza da. Quien ostenta el poder lo último que desea es que quien puede cuestionarle ese poder tenga esperanza, de modo que el poder ataca tanto como puede no tan solo la capacidad de lucha de sus posibles oponentes, sino su esperanza; y hará lo que sea para que la gente no tenga esperanza, por lo que la gente es atacada con instrumentos y mecánicas destinadas a minarles su esperanza. Y eso es muy jodido para la gente.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No. Incluso en el caso de las personas que me ha hecho daño siento lástima por ellos.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Me hubiera gustado que ese estado que ocupa la península Ibérica fuese una madre que cuida a sus hijos, o sea, las naciones históricas que hay en su sí. Pero eso no ha sido posible. Una de esas naciones históricas, Castilla, se ha erigido en propietaria de dicho estado, lo ha hecho a su imagen y semejanza, y ha menospreciado e intentado arrinconar a las otras naciones históricas españolas imponiéndoles su modo de hacer (véase cómo prácticamente se ha eliminado la lengua aragonesa, cómo ya casi no queda nada de antigua lengua leonesa, cómo se arrincona el gallego, cómo se intenta tumbar al catalán-valenciano...). He aquí una muestra de lo que digo: los habitantes de Castilla denominan su lengua como "español". Esto es un abuso. El catalán-valenciano es también español y por tanto tiene el mismo derecho a ser denominado "español". En todo caso, si los castellanos quieren denominar su lengua como "español", deberían llamarla "español centromeridional" (luego ya llamaremos al catalán-valenciano "español oriental" y al vasco "español septentrional"). (Ojo: otra vez, quien me da la razón es... el PP, pues una senadora de dicho partido, Alicia Sánchez-Camacho, dijo en sede parlamentaria eso mismo que estoy diciendo yo.) Esto muestra cómo Castilla ha secuestrado España, quitándola a sus naciones históricas hermanas (excepto Portugal, que se independizó de España a la que vio cómo trataba Castilla a sus hermanas). Y por ello la gente española que no es castellana se siente expulsada de España. A partir de ahí considero que Cataluña debe pasar de este proyecto castellano de España y organizar su vida tal como su gente desea y se merece. Cataluña solo puede estar en España cuando Castilla acceda a convivir con esas otras naciones históricas (en las que incluyo Andalucía, Asturias, León y Aragón) en igualdad y con respeto. Para terminar, invito al lector a que haga una reflexión. Se ha dicho que quien ha creado más independentistas catalanes es Jordi Pujol. Eso es mentira. Quien ha creado más independentistas catalanes es José María Aznar. A él se debe en muy buena parte el proceso de independencia de Cataluña.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Un superhéroe de los de Marvel o DC Comics. Combatir las injusticias, a la par que, seguramente, viviría (como esos superhéroes) con turbulencias internas.

¿Cuáles son sus vicios principales? Centrarme mucho en las cosas que me agradan y dejarme llevar por un romanticismo exagerado (que en el fondo es lo mismo que lo otro).

¿Y sus virtudes? También centrarme mucho en las cosas que me agradan y dejarme llevar por un romanticismo exagerado, además de ser muy empático (quizá demasiado).

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Mis hijos.

T. M.