He aquí un alto honor que quiero compartir con tierno orgullo: José Ángel Cilleruelo comenta en un apartado de su blog, El Balcón de Enfrente, el acto que, ayer al atardecer, protagonizó el poeta Jesús Aguado junto a un servidor. La obra propia queda engrandecida, cobra la importancia que uno no ve cuando la está concibiendo, al ver cómo un lector de la envergadura de J. Á. C. la toma de la mano y la desgrana mediante observaciones siempre elegantes y generosas. Si uno va al enlace indicado, se entenderá el porqué de estas dos fotos de Puerto Rico e Islandia.