Estoy leyendo el breve y sustancial Primero leemos, después escribimos. El proceso creativo según Emerson, de Robert D. Richardson, y el interés por conocer más de cerca las claves del primer ensayista norteamericano se mezcla con un recuerdo: limitarme a pisar el asfalto frente a su hogar, pues aquel día no estaba abierto para las visitas. Pero ahora, todavía desde fuera, gracias a este profesor universitario entro donde no pude hace unos meses: “Aunque Emerson pasó gran parte de su vida laboral en el estudio de la planta baja de su casa de Concord, la habitación que se abría detrás del vigoroso grabado en color de la erupción del Vesubio de 1794 que pendía a un lado de la entrada…”.