jueves, 16 de febrero de 2012

Diálogo para despistar a la muerte



Segunda incursión en el mundo del teatro –la primera fue «The Stonemason», una obra de 1970 pero publicada más tarde–, «El Sunset Limited» es una estupenda pieza que ha tenido un exitoso camino. En 2006 vio la luz en un teatro de Chicago para luego trasladarse a Nueva York; y hace un año se estrenaba como telefilme, dirigido por Tommy Lee Jones y protagonizado por éste y Samuel L. Jackson. Un actor blanco y otro negro para los dos únicos personajes, llamados así, Blanco y Negro, que mantienen un férreo debate de tintes filosóficos, espirituales, religiosos y mundanos en «una habitación de un bloque de pisos de un gueto negro de Nueva York».

McCarthy subtituló la obra «Una novela en forma dramática», algo que esta edición ha omitido. Algunos críticos reprocharon al autor que «El Sunset Limited» estaba pensada en términos novelescos. Extraña conjetura, pues la obra funciona perfectamente a efectos teatrales. El diálogo, vivo, próximo, hace que el lector se mantenga atento hasta el final con la curiosidad de cómo acabará este encuentro de un hombre que ha salvado a otro de suicidarse en el andén del tren Sunset Limited.

El ángel que quería ganarse unas alas, Clarence, apareció para que George Bailey no se tirara al río en la película «Qué bello es vivir». Negro ha hecho lo mismo, y también con argumentos cristianos, puesto que se trata de un ex convicto que practica la evangelización desde que retomara la vida honrada. Vehemente, risueño y curioso, Negro es lo contrario al melancólico Blanco, un profesor maduro para quien todo es desdicha y negatividad. Hay que ser un gran escritor para sostener con brío una de esas situaciones a las que nos tiene tan acostumbrados la escritora Yasmina Reza y cuyo planteamiento es bastante sencillo: personajes que hablan desde miradas diferentes y se acercan y alejan en sus posiciones hasta que todo estalla o todo sigue igual.

«El Sunset Limited» no es sólo un «tour de force» de dos personalidades identificables y un ejercicio literario brillante. McCarthy insinúa una lectura entre líneas: desear o no seguir vivos.


Publicado en La Razón, 16-II-2012