sábado, 17 de noviembre de 2012

Entrevista capotiana a Santiago Roncagliolo


En 1972, el escritor estadounidense Truman Capote (1924-1984) publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama 1999), y en él el autor de A sangre fría se entrevistaba a sí mismo con especial astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Santiago Roncagliolo.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Mi casa. Con mi familia.

¿Prefiere los animales a la gente? 
No. Carecen de tema de conversación. Aunque alguna gente también.

¿Es usted cruel?
Sólo con mis personajes de ficción. Matarlos, torturarlos y lastimarlos es legal.

¿Tiene muchos amigos?
No. Tengo amigos de verdad. Esos siempre son pocos.

¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que tengan hijos de la edad de los míos. La paternidad te vuelve práctico.

¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Es difícil decepcionarme porque espero muy poco.

¿Es usted una persona sincera? 
Considerando que escribo novelas, que son mentiras bonitas, supongo que soy un mentiroso muy honesto.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Todo mi tiempo es libre.

¿Qué le da más miedo?
Perder a la gente que quiero y no poder dedicarme a escribir. En ese orden.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La facilidad con que se escandaliza la gente.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Habría sido político. Soy bueno para edulcorar la realidad.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Correr y nadar. Cosas que puedo hacer solo, pensando en mis proyectos.

¿Sabe cocinar?
Sí. Y me encanta.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Peter Sellers. Siempre me he identificado con ese psicópata encantador.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
De momento, "prima de riesgo".

¿Y la más peligrosa?
De momento, "prima de riesgo".

¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No realmente. Pero hay gente que no lloraré cuando muera.

¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Si hay que ser algo, soy de izquierdas. Pero la experiencia, también política, me ha enseñado a no creerle a nadie.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Otro escritor.

¿Cuáles son sus vicios principales?
Fumo. Pero no todos los días.

¿Y sus virtudes?
La tolerancia, supongo. Mi trabajo me ha llevado a hablar hasta con asesinos masivos, y a encontrarlos razonables.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Me preguntaría: "¿Dónde cuernos habré dejado los papeles del seguro de vida?"

T. M.