jueves, 28 de febrero de 2013

Entrevista capotiana a Jordi Bonells


En 1972, Truman Capote (1924-1984) publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama 1999), y en él el escritor estadounidense se entrevistaba a sí mismo con especial astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Jordi Bonells.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
En la concha de mi amor para poderla chupetear sin parar cada vez que ella me lo solicitara.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero la playa sin animales y sin gente
¿Es usted cruel?
Conmigo mismo.
¿Tiene muchos amigos?
No.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Las que me den.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Suelo decepcionarles yo y en eso se ve que son mis amigos porque siguen siéndolo.
¿Es usted una persona sincera? 
Sincero con los insinceros e insincero con los sinceros
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Cogiendo.
¿Qué le da más miedo?
Dejar de tener miedo
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La hipoputez.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Coger más (soy un obseso sexual).
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Maratón.
¿Sabe cocinar?
Sí.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Una actriz porno de la que nunca supe el nombre.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Fin.
¿Y la más peligrosa?
Futuro.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Marxista-leninista tendencia maotsetung de cuando la larga marcha.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Actor porno.
¿Cuáles son sus vicios principales?
El sexo.
¿Y sus virtudes?
El sexo.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Se las dejo imaginar.
T. M.