viernes, 17 de mayo de 2013

Entrevista capotiana a Luis Leante


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Luis Leante.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
La casa donde en mi infancia y adolescencia.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero a la gente que no se comporta como los animales.
¿Es usted cruel?
Lo he sido con cierta frecuencia, pero estoy tratando de dejarlo.
¿Tiene muchos amigos?
Más de a los que puedo corresponder.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Las mismas que en mí, es decir, ninguna.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
A veces me decepciona la gente, y los amigos son gente.
¿Es usted una persona sincera? 
Lo fui hace mucho tiempo, pero ya casi no me acuerdo.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leyendo.
¿Qué le da más miedo?
Las enfermedades.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Me escandaliza que todavía haya gente que se escandalice.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Me habría gustado ser rentista.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
No.
¿Sabe cocinar?
No sé cocinar, pero cocino.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A la Mona Chita, que en realidad era mono.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
La palabra “esperanza”.
¿Y la más peligrosa?
Todas las palabras pueden ser peligrosas, incluso la palabra “esperanza”. Depende de quién las dispare.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Unas cuantas veces.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Demócrata radical.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Lo que soy ahora.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Mentir y morderme las uñas.
¿Y sus virtudes?
Hace años que me hago esa misma pregunta. Es posible que no las tenga.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Los rostros de mi familia.
T. M.