jueves, 19 de septiembre de 2013

Entrevista capotiana a José María Álvarez

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de José María Álvarez.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Donde vivo: París. Pero el problema es la falta del Mar.
¿Prefiere los animales a la gente?
Con frecuencia, sí.
¿Es usted cruel?
No. Y acaso es un error, en ocasiones.
¿Tiene muchos amigos?
No.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
La lealtad. Y que sean inteligentes y con buen humor.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
A veces.
¿Es usted una persona sincera? 
Creo que sí.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leer, pasear, escuchar música...
¿Qué le da más miedo?
Lo fácil que le resulta a cualquier Poder domesticar -y a continuación, disecar- a la sociedad.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Nuestra docilidad. Cómo hemos aprendido a obedecer.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Soldado de fortuna. O pianista -pero eso en los viejos tiempos del Jazz de New Orleans- de un prostíbulo.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
No.
¿Sabe cocinar?
Muy poco.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Lawrence de Arabia.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Me gusta REBELIÓN.
¿Y la más peligrosa?
¿Hoy?: DEMOCRACIA.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No hubiera sentido ningún problema de conciencia matando a Stalin o a Hitler o gentuza así.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Soy uno de aquellos Old Whigs.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Ya se lo he dicho antes.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Yo no los considero vicios.
¿Y sus virtudes?
Creo que soy honrado conmigo mismo y con los demás.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Ni idea. Imagino que estaría tan desesperado y angustiado que no haría sino maldecir.

T. M.