Hace dos noches, una noche memorable. Fiesta del 15
aniversario del periódico La Razón,
para el que escribo desde hace trece años. Trece años, me repito, y la
sensación de asombro por el suspiro del tiempo se funde con el agradecimiento,
la felicidad, el entusiasmo por compartir cientos de textos de crítica
literaria durante estos casi tres lustros. El encuentro multitudinario, donde
se congregaron miembros de la casa real, políticos, comunicadores televisivos, empresarios,
artistas… fue todo un éxito. El catering exquisito, la banda de jazz, el
ambiente elegante y risueño redondearon una velada que para mí tuvo un encanto
insuperable: rencontrarme con mis colegas, ya amigos sin distancias entre
ciudades, pues el afecto acerca lo más lejano al corazón, de la sección de
Cultura, personas extraordinariamente amables y bondadosas con uno desde hace
tanto y a las que debo tanto: Carmen Lobo, Gema Pajares, Javier Ors, Miguel
Ayanz, más el gran Manuel Calderón, mi mentor periodístico en los inicios de
siglo. Ellos y el resto del equipo directivo hacen posible que un servidor
disfrute del mejor trabajo del mundo. Felicidades a todos. Gracias a todos. Y que
sea por muchos años más.