En 1972, Truman Capote publicó un
original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló
«Autorretrato» (en Los perros
ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con
astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus
frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman
la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de
la vida, de Federico Andahazi.
Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
El
estrecho espacio comprendido por la Patagonia argentina, el norte de Brasil y
los océanos Atlántico y Pacífico (tal vez podría incluir el Caribe, Manhattan y
el barrio latino de París).
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero
los buenos animales a la mala gente y la buena gente a los malos animales.
¿Es usted cruel?
Sí, sobre
todo con mis personajes literarios.
¿Tiene muchos amigos?
Depende del criterio
de la abundancia y de la carencia que tenga cada uno. Para algunos, dos puede
ser una multitud y cien, nada. Basta asomarse a las redes sociales.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Mis amigos
suelen carecer de cualidades; de otro modo no serían mis amigos.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Todo el tiempo.
Aunque, en realidad soy yo quien los defrauda más a menudo.
¿Es usted una persona sincera?
¿Es usted una persona sincera?
Nunca
podría serlo. Soy novelista. Mi oficio es el de mentir.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Afortunadamente vivo
de la literatura. Es decir, todo mi tiempo es libre.
¿Qué le da más miedo?
¿Qué le da más miedo?
La
estupidez.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le
escandalice?
La gente que aún
conserva la tendencia a escandalizarse.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida
creativa, ¿qué habría hecho?
Hubiese
sido una mujer voluptuosa y lasciva que entregaría su cuerpo a los escritores,
particularmente a un escritor argentino bastante proclive al erotismo cuyas
iniciales son Federico Andahazi.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Cuando
fumaba intentaba compensar con ejercicio físico. Por suerte pude abandonar el
vicio y ya no hago ningún tipo de ejercicio.
¿Sabe cocinar?
Sí, pero no quiero que
se entere mi esposa y me condene a los infiernos de la cocina.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
¿Existe
todavía el Reader’s Digest?
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de
esperanza?
Ley.
¿Y la más peligrosa?
Ley.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Sí, por
supuesto.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Las que no intenten
imponerme sus principios, sus ideas y su visión del mundo.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Nunca me
había considerado a mí mismo como una cosa, pero si Ud. me ve de esa forma ¿quien
soy yo para convencerlo de lo contrario?
¿Cuáles son sus vicios principales?
Adhiero a la
creencia general de que los vicios no se definen por su carácter principal,
sino más bien por lo opuesto. Sería como creer que existen vicios mejores que
otros.
¿Y sus virtudes?
Disimular mis peores
vicios.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del
esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Escribí un cuento
sobre ese mismo tópico. El personaje se está ahogando en la piscina de su casa y
no puede dejar de pensar en tener sexo con la prima de su esposa. Lo sobrevive
una erección pertinaz.
T. M.