En
1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía
que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se
entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que
sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora,
extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la
que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Erika Martínez.
Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir
jamás de él, ¿cuál elegiría?
La cama.
¿Prefiere los animales a la gente?
Sólo
cuando los tengo sobre el plato.
¿Es usted cruel?
Mucho menos
de lo que me gustaría.
¿Tiene muchos amigos?
La justa
medida.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Con que no
me detesten voy de sobra.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No, porque
no espero nada de ellos. Estoy dispuesta a recibir lo que ellos estén
dispuestos a darme.
¿Es usted una persona sincera?
Si fuera
mentirosa, también le diría que sí.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
No tengo
tiempo libre. Soy muy mala capataz de mí misma.
¿Qué le da más miedo?
Los
pasillos de los centros comerciales.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le
escandalice?
El
escándalo es enemigo del pensamiento. Siempre prefiero enfadarme.
Si no hubiera decidido ser escritora, llevar una vida
creativa, ¿qué habría hecho?
Nunca
decidí ser escritora y ni siquiera estoy segura de serlo. Escribo, aparte de
hacer otras muchas cosas. Suena bien, pero no tengo demasiado claro qué es una
vida creativa.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Subo
escaleras.
¿Sabe cocinar?
En
absoluto. Como pizza, pasta y arroz cocido.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un
personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Escribiría
sobre Dereje, guía africano de alta montaña que una vez me confesó su amor por
Richard Attenborough, documentalista y
lord.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de
esperanza?
Amor.
¿Y la más peligrosa?
Amor.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Muy
despacio.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Izquierda
en movimiento.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Árbol.
¿Cuáles son sus vicios principales?
El cine,
el vino, las gominolas.
¿Y sus virtudes?
Estoy viva
y eso me convierte en una criatura muy atractiva.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del
esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Las de los
poemas que no he escrito.
T. M.