miércoles, 1 de enero de 2014

Entrevista capotiana a Eloy Moreno

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Eloy Moreno.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
En un casa en la montaña, pero con acceso a internet.
¿Prefiere los animales a la gente?
No, prefiero a la gente, sobre todo a los que no se comportan como animales.
¿Es usted cruel?
No, para nada, de hecho me duele ver cualquier tipo de crueldad hacia alguien, sobre todo esa que se esconde tras las conversaciones. 
¿Tiene muchos amigos?
No sé si tengo muchos o pocos, pero los que tengo son de toda la vida. Vamos, que me siguen aguantando, jeje.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Sinceridad, aunque me pese.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No, ya nos conocemos y sabemos de qué pie cojeamos cada uno, no suele haber muchas decepciones.
¿Es usted una persona sincera?
En general sí, además es una de las cualidades que más admiro. También es cierto que hay ocasiones en que es imprescindible mentir: cuando estás preparando una fiesta sorpresa y cosas por el estilo.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Haciendo deporte: baloncesto, bici, correr... cualquier actividad en la que haya que mover el cuerpo... cualquiera :)
¿Qué le da más miedo?
La enfermedad.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La legislación española. Una legislación que defiende más al delincuente que a la víctima, una legislación que permite que ningún político vaya a la cárcel, una legislación que permite que se rían de todos nosotros, que nos tomen el pelo como si fuéramos idiotas. 
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Me hubiese encantado ser músico, de hecho de pequeño estuve tocando en una banda durante varios años. Aún ahora, en mis ratos libres sigo tocando la guitarra. No podría vivir sin música.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Mucho, como he comentado antes, es lo que hago en cuanto tengo un poco de tiempo libre.
¿Sabe cocinar?
Sí, y bastante bien, he tenido una gran maestra en mi madre.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Don Quijote. Me gustaría preguntarle tantas cosas, saber qué haría en estos momentos que vivimos. Me gustaría verle entrar en el Congreso con su caballo y su lanza, a ver a cuántos descalabros facia.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Alegría.
¿Y la más peligrosa?
Pereza.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No, que yo recuerde.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
No creo que sea bueno tener unas determinadas tendencias, pues eso te encasilla y te pone en un bando, lo que significa estar en contra de otro. Creo que a uno pueden parecerle bien unas cosas de la izquierda, otras de la derecha, otras del centro... Eso es tener ideología y no lo otro, lo otro es encasillarse y ya está.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Viento.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Ufff, ni fumo, ni bebo alcohol... quizás las pizzas, jejeje.
¿Y sus virtudes?
Intento no molestar.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
La de un flotador.

T. M.