sábado, 10 de mayo de 2014

Entrevista capotiana a Gemma Nieto

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Gemma Nieto.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Mi hogar.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero a la gran mayoría de los animales antes que a muchas personas.
¿Es usted cruel?
¿Puede ser cruel alguien que dona su tiempo y su dinero para ayudar a otros?
¿Tiene muchos amigos?
Los suficientes para tener tiempo de ayudarles si me necesitan y de pedirles ayuda si la necesito.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Honestidad.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No, si pensara que pueden decepcionarme nunca habrían llegado a ser mis amigos. Los amigos no decepcionan.
¿Es usted una persona sincera? 
Intento serlo, pero a veces no es fácil, la vida nos pone en tesituras muy complicadas.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Con las cosas que me hacen disfrutar. Solo se vive una vez.
¿Qué le da más miedo?
La impotencia.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Con los años cada vez es más difícil encontrar algo que te escandalice, pero merece la pena escandalizarse porque eso quiere decir que hay cosas que te siguen importando.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Lo que estoy haciendo: escribir, crear...
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Si, ya lo decían los romanos... y no debían de ser tontos porque conquistaron el mundo conocido: “mens sana in corpore sano”.
¿Sabe cocinar?
Hmmm ¿cómo no? Una es escritora, pero puede ser muchas más cosas... entre ellas cocinera; y si no, que se lo pregunten a mi marido. ¿Prefieres un tiramisú o un poco de sushi?
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Todavía lo estoy buscando...
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
No es una palabra, era un idioma entero, el esperanto, pero se ha olvidado...
¿Y la más peligrosa?
La palabra más peligrosa es la que no se dice, la que solo se piensa.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
También he querido dar mi vida a cambio de otra que se apagaba.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Vivir en un país que nos permita tener derechos y deberes y que se preocupe de velar por los primeros y de hacer cumplir los segundos.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Pájaro.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Los mismos que las virtudes. La pereza, en exceso, es un vicio porque no te deja hacer nada. Con moderación es una virtud porque te permite descansar.
¿Y sus virtudes?
Soy de la opinión que de las virtudes deben hablar los amigos... y también los enemigos. Aún con todo, diré que la única virtud que creo que me arropa es  la de tender a ayudar a los que son más débiles que yo.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
¿Quién cuidaría por mí de las personas, y los animales, que me importan?

T. M.