lunes, 16 de junio de 2014

Entrevista capotiana a Francisco Alba

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Francisco Alba.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?  
Como exiliado, Holanda. Como hombre transfigurado, el paraíso.
¿Prefiere los animales a la gente?
Son la misma cosa.
¿Es usted cruel?
Espero que no.
¿Tiene muchos amigos?
Casi todos están muertos. Vivos tengo tres o cuatro.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que me permitan ayudarles y me hagan el honor de soportarme de vez en cuando.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Nunca les permito que lleguen a decepcionarme. Los tiro a la basura antes de que lleguen a hacerlo.
¿Es usted una persona sincera? 
Nadie es sincero.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Meditando sobre lo poco que me importa el fútbol, el dinero y la política.
¿Qué le da más miedo?
Una guerra civil a bastonazos.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Me escandaliza la muerte de una persona joven y hermosa que amé como a nadie.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
No llevo una vida creativa.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
La respiración pulmonar.
¿Sabe cocinar?
Prefiero comer lo que otros cocinan.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
¿Todavía existe esa publicación?
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
No conozco todos los idiomas.
¿Y la más peligrosa?
No conozco todos los idiomas.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
He querido con todas mis fuerzas resucitar a alguien, pero no he podido.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Izquierda, derecha, izquierda, derecha, izquierda, derecha.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Nada.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Comer, dormir, respirar, defecar y sufrir.
¿Y sus virtudes?
Fe, esperanza y caridad.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Agua por todas partes y nada que beber.

T. M.