domingo, 10 de agosto de 2014

Entrevista capotiana a Santiago Pajares

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Santiago Pajares.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Me iría al espacio, muy muy lejos, y desde allí señalaría y diría: Allí, en ese puntito azul.
¿Prefiere los animales a la gente?
He intentado tomarme un café con muchos animales, y es complicado. En cambio, dar un paseo es mejor con ellos.
¿Es usted cruel?
Todos somos crueles en algún momento. Es inevitable.
¿Tiene muchos amigos?
Amigos mejor pocos y muy muy buenos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que se preocupen por mí tanto como yo me preocupo por ellos.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Son humanos, y todos los humanos decepcionamos de vez en cuando.
¿Es usted una persona sincera? 
Soy escritor. Me gano la vida poniendo mentiras en un papel. ¿Cómo voy a decir ahora que soy sincero? ¡Pues claro que lo soy!
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Escribiendo, leyendo y haciendo entrevistas.
¿Qué le da más miedo?
El drama inesperado.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Lo mal repartida que está la justicia en el mundo.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Creo que, conociéndome, habría cogido cualquier faceta y habría tratado de exprimirle la creatividad.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Sí, hago footing desde hace años.
¿Sabe cocinar?
Lo justo y necesario para no morir de hambre.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Elegiría a una persona cualquiera y trataría de desentrañar su historia para convertirle en un personaje inolvidable para el público.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Hola (porque nunca sabes qué va a ir después de eso).
¿Y la más peligrosa?
Adiós (porque siempre sabes qué va a ir después de eso).
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Todos los días. Viajo mucho en transporte público.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
No tengo una tendencia política reconocida. Pido a los políticos que se esfuercen por hacer bien las cosas y les exijo que no roben.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
¡Bastante esfuerzo me está costando ser yo como para ahora cambiar a otra cosa!
¿Cuáles son sus vicios principales?
El café y la manzanilla. Para contrarrestar.
¿Y sus virtudes?
Trato en general de ser buena gente, con más o menos éxito. Aspirar a más me parece demasiado.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Me da mucho miedo ahogarme, como a todo el mundo, supongo. Pero que el último pensamiento que se te cruce sea algo insustancial, tipo tus llaves en el cesto, me parece un drama aún mayor que ahogarse.

T. M.