domingo, 21 de septiembre de 2014

Patrick Besson: las cuatro «P» de un «enfant terrible»


Precoz, prolífico, polémico, premiado. Con ese puñado de palabras empezadas con «p» podría definirse la trayectoria del escritor y periodista Patrick Besson (París, 1956). Precoz porque publicó su primera novela con tan solo diecisiete años; prolífico porque su andadura cuenta ya casi ochenta obras; polémico porque, en la guerra de Yugoslavia, escribió el libro «Contra los calumniadores de Serbia» (su madre es croata, y su padre, ruso), que lo enemistó con otros intelectuales, al tiempo que suele declararse un «comunista no practicante»; y premiado porque ha recibido dos de los galardones literarios más prestigiosos en su país, el Gran Premio de Novela de la Academia Francesa en 1985, por «Dara», y el Renaudot en 1995 por «Les Braban», a lo que habría que añadir, en el plano político, un reconocimiento institucional por parte del presidente de la República de Serbia, Tomislav Nikolic.

De la primera de las novelas citadas se hizo una traducción por parte de la editorial Noguer y Caralt a finales de los ochenta, y poco después Seix Barral hacía lo propio con «Julius e Isaac». Sin embargo, la obra de Besson no cuajó lo suficiente entre el público español, hasta que hace ocho años Alianza lanzó su novela histórica «¡Santo sepulcro!», que recreaba el París del siglo XIII y el rey Luis IX, el del San Luis que iba a protagonizar la Tercera Cruzada. Pero sin duda lo que más es del agrado de Besson, catalogado, como no podía ser de otra manera, como «enfant terrible», son los relatos que puedan resultar desconcertantes, tanto desde la perspectiva política como de la vida social. Ambas cosas, precisamente, une en su última novela, que en un medio en los que colabora ha reseñado ¡él mismo!

Así, define «La Mémoire de Clara» como uno de los libros más raros de la «rentrée» literaria; pero no sólo eso: «Es un libro demasiado divertido, demasiado vivo, demasiado chispeante, demasiado contundente», lleno, además, de «escenas hilarantes». Una autopromoción impecable que, visto el tema satírico-morboso que ha llevado al papel, será sinónimo de éxito asegurado. 


Publicado en La Razón, 16-IX-2014, 
a propósito de la noticia "Bruni 2060: biografía-bomba en Francia"