miércoles, 26 de noviembre de 2014

Entrevista capotiana a Robert Juan-Cantavella

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la «entrevista capotiana» con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Robert Juan-Cantavella.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Uno en el que también estuviesen encerrados MacGyver y Houdini.
¿Prefiere los animales a la gente?
A mi perro Drap lo prefiero a mucha gente, pero en general, si tengo que elegir, me vienen a la mente más nombres de humanos que de animales.
¿Es usted cruel?
Creo que no. Puedo serlo si me lo propongo, pero vaya, lo tengo controlado.
¿Tiene muchos amigos?
Creo que sí.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
No busco nada. Hay personas a las que quieres por el mismo motivo que te llevaría a odiar a otras. Lo vemos cada vez que a un jugador de fútbol lo ficha el gran rival.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Vaya preguntita. Voy a decir que no.
¿Es usted una persona sincera? 
Muchas veces sí, con la gente, digo. Escribiendo nunca, claro.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Me encanta aburrirme, un lujo que hoy en día parece estar proscrito, y al que tengo acceso sólo muy de vez en cuando. Es una pena porque me sale requetebién.
¿Qué le da más miedo?
Dudo entre dos fantasmas con pistola, y un fantasma con dos pistolas. En principio, si son dos podrían rodearte, y eso haría de ésta una opción más peligrosa. Pero a la hora de disparar, temo que un fantasma con dos pistolas pueda dar en el blanco con mayor facilidad, por una cuestión de estricta probabilidad. Nunca me he sabido decidir. 
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
El Telediario.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
No estoy seguro de llevar una vida tan creativa. Escribo libros, pero también curro de profe, en prensa, traduciendo. Aunque la verdad es que casi todo eso lo hago sentado, así que de poder elegir supongo que escogería algo que no me obligase a estar sentado.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Camino. Cuando mi conciencia me fríe a patadas voy a nadar.
¿Sabe cocinar?
Como buen valenciano mi plato estrella es la paella. Luego, cocino lo suficiente para comer decentemente, cosas sencillas. Pero no soy de esos que pueden sorprender a sus invitados con platos inauditos, ni siquiera originales.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Luther Blissett.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
No tengo la menor idea.
¿Y la más peligrosa?
Las que van vestidas con piel de cordero y se repiten mucho, porque suelen significar lo contrario de lo que pretenden y muchas veces llegan a engañarnos. Por ejemplo, no me parecen peligrosas palabras como “nazi” o “Hitler”, que hoy en día encarnarían el mal más absoluto. El enunciado de Godwin dice “A medida que una discusión en línea se alarga, la probabilidad de que aparezca una comparación en la que se mencione a Hitler o a los nazis tiende a uno”. Pero detrás de esta tendencia siempre hay un patán, normalmente en su modelo estrella: el tertuliano; gente inocua y banal. En cambio detrás de palabras como “democrático” o “paz” suele esconderse lo contrario de lo que enuncian, y suelen enunciarla gente peligrosa.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Claro.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Este Capote era más perverso de lo que pensaba. Primero relaciona la pregunta del animal y el ser humano con la crueldad, y ahora las ideas políticas con el asesinato… Digamos que mis tendencias políticas estarían muy lejos de la idea de asesinato.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Una dulce florecilla tras el deshielo.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Son ilegales, no me parece una buena idea airearlos.
¿Y sus virtudes?
No soy muy mala gente.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Un montón de agua invadiendo mis vías respiratorias. Burbujas cada vez de menor tamaño subiendo agitadas a la superficie. Un pantallazo negro. Un fundido a blanco. El pasillo de marras.

T. M.