El marqués más erótico
A dos siglos de su muerte, Donatien-Alphonse-François, marqués de Sade (París, 1740-Charenton, 1814), sigue estando de actualidad, ya convertido en un icono de la literatura erótica para cada generación de lectores, escritores y cineastas. Tal cosa queda demostrada por la edición de sus Cuentos eróticos, que la editorial Hermida ya ha puesto a la venta. El Marqués de Sade, en ellos, como en todos sus escritos, incluidos los de tinte filosófico, se muestra contrario a la moral burguesa y a todo lo que encorsete la libertad sexual de hombres y mujeres. Son relatos escritos durante una de sus encarcelaciones, situación que tuvo que sufrir en repetidas ocasiones (pasó en prisión muchos periodos a lo largo de veintisiete años). Su propia vida es todo un sainete de circunstancias extravagantes alrededor de orgías, acusaciones de perversiones sexuales y maltrato a prostitutas; en el juicio subsiguiente a esto último, se le condenó a muerte y a que su cuerpo fuera quemado, pero entonces lograría escapar a Italia.
El origen
de “sicalipsis”
En palabras de Maite
Zubiaurre, en Culturas del erotismo en España 1898-1939
[reseñado abajo], «otro síntoma de la
difícil e incómoda relación que España mantiene con la cultura erótica del
primer tercio de siglo XX es la peregrina invención del término pseudoerudito
“sicalíptico” (probablemente, acuñado en el seno de una tertulia madrileña, producto del ingenio combinado de una serie de
intelectuales beodos), término con el que se designa todo lo relacionado con lo
erótico y lo pornográfico». María Moliner lo explica en su diccionario a partir
de las palabras griegas “sykon” (vulva) y “aleiptikós” (excitante), y Amando de
Miguel, refiere la autora, en “El sexo de nuestros abuelos”, pone el acento en
su origen burlesco: “Es fácil comprender la broma y la ironía. La gracia está
en que parece un término científico del psicoanálisis, que por entonces se veía
como una exótica importación. (…) Contiene además ese ingrediente cultista que
tan bien caracteriza a la jerga castiza de Madrid”.