miércoles, 9 de septiembre de 2015

Entrevista capotiana a Antonio Priante

En 1972, Truman Capote (1924-1984) publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama 1999), y en él el escritor estadounidense se entrevistaba a sí mismo con especial astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Antonio Priante.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Mi casa.
¿Prefiere los animales a la gente?
No.
¿Es usted cruel?
No, conscientemente.
¿Tiene muchos amigos?
No.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Lealtad, que me acepten como soy.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No.
¿Es usted una persona sincera? 
Por encima de la media.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Paseando, leyendo.
¿Qué le da más miedo?
Larga enfermedad terminal.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Nada. Todos somos capaces de todo.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Ni idea.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Solo andar, sin correr.
¿Sabe cocinar?
No.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Goethe.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Mañana.
¿Y la más peligrosa?
Ayer.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
No hablo de política con desconocidos.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Músico, quizá.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Una cervecita antes del almuerzo y una cervecita a media tarde.
¿Y sus virtudes?
No sé. Me gustaría oír los comentarios después de muerto para saberlo.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Que voy a despertar de un sueño.

T. M.