domingo, 15 de noviembre de 2015

Entrevista capotiana a Álvaro Salvador

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Álvaro Salvador.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Una casa en el campo, junto a un lago o junto al mar, pero preferiblemente en el interior junto a un lago.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero los animales a mucha gente.
¿Es usted cruel?
No.
¿Tiene muchos amigos?
Si diez o doce amigos leales son muchos, sí. La mitad, o más, son mujeres.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Lealtad, cariño y valentía para hacerme ver mis defectos.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
A veces sí.
¿Es usted una persona sincera? 
La sinceridad es una virtud relativa. Muchas veces es mejor no utilizarla.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Sin hacer nada de provecho.
¿Qué le da más miedo?
El dolor físico, el dolor espiritual.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Me escandaliza la explotación de los seres humanos por los seres humanos.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Si no tuviese conciencia social, me hubiese gustado mucho ser publicista. También me hubiese gustado cumplir un sueño de adolescencia: ser tenista profesional.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Ahora solo hago largas caminatas. Durante muchos años jugué al tenis.
¿Sabe cocinar?
Sí, y me gusta y me relaja.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Hay muchos, pero supongo que sería mejor alguien que hubiese conocido estrechamente, por ejemplo, Rafael Alberti o Jaime Gil de Biedma.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Freedom.
¿Y la más peligrosa?
Money.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
De izquierda.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
No entiendo la pregunta. Si se tratara de ser un animal, me gustaría ser gato, adoro a los gatos. Si fuese profesión ya lo he dicho: publicista o tenista profesional. No sé qué más podría ser: quizá una mujer guapísima y muy promiscua.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Yo no los llamaría vicios, pero me gusta dejarme llevar por la vagancia, por la gula y por la lujuria.
¿Y sus virtudes?
Creo que soy constante en la consecución de objetivos, metas. Y que tengo alguna capacidad artística, creativa. Soy leal y agradecido.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? 
Estuve a punto de morir en un accidente de aviación y puedo asegurar que no se pasa nada por la cabeza, sólo el instinto animal para encontrar la manera de sobrevivir.
T. M.