viernes, 5 de febrero de 2016

Entrevista capotiana a Laura Martínez-Belli

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Laura Martínez-Belli.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Uf. La pregunta me causa claustrofobia. Mi vida siempre ha girado en torno a la idea de que nada es para siempre.
¿Prefiere los animales a la gente?
Depende del día. Me gusta la gente, pero ha habido días en que sin duda he preferido a mi perro. 
¿Es usted cruel?
Quiero pensar que no, aunque puede llegar a ser muy hiriente si me aprietan los botones apropiados. ¿Chistes crueles? Todo el tiempo.
¿Tiene muchos amigos?
No. Una pena.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que sepan evolucionar, que no pretendan que una siempre sea la misma. Y que sepan pelear como Dios manda. No soporto la idea de que discutir implique ruptura.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
En alguna ocasión. Así como seguramente los he defraudado yo.
¿Es usted una persona sincera? 
Soy políticamente correcta. O sea, que no.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Me gusta salir a pasear al bosque con mis perros. Charlar con mi marido. Si me quedo en casa, tomar un café mientras veo una buena película cubierta por una manta. Me encanta ver películas y leer cuando hay silencio.
¿Qué le da más miedo?
Ser cobarde. Y no saber reconocer mis errores.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La estupidez.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Me hubiera encantado hacer cine. Contar historias, al fin y al cabo.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Menos del que debería. Soy poco constante.
¿Sabe cocinar?
Sí sé. Aunque algunos se empeñen en hacerme creer lo contrario. La tortilla de patatas me sale fenomenal. Y las lentejas con chorizo.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A cualquier mujer poderosa. Una de esas que nadan entre tiburones. Angela Merkel, quizás.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? 
Fe.
¿Y la más peligrosa?
Soberbia.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Uy, sí. En mis novelas siempre mato a alguien.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Centro izquierda.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Criadora de Jack Russells terriers.
¿Cuáles son sus vicios principales?
El café, la pereza y la autocomplacencia.
¿Y sus virtudes?
Lealtad, entusiasmo y el sentido del humor.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?  
Los rostros de mis hijos.

T. M.