lunes, 1 de febrero de 2016

Entrevista capotiana a Patricia Rodríguez

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Patricia Rodríguez.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
En una playa, el mar siempre genera una sensación de apertura y de posibilidad.
¿Prefiere los animales a la gente?
Depende de qué animales y de qué gente.
¿Es usted cruel?
Sólo como último recurso.
¿Tiene muchos amigos?
Los justos pero buenos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
La autenticidad, la buena conversación y las ganas de fiesta.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Supongo que tanto como yo les decepciono a ellos.
¿Es usted una persona sincera? 
Eso es un lujo prácticamente inviable viviendo en la sociedad británica.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
No diferencio demasiado entre tiempo ocupado y tiempo libre.
¿Qué le da más miedo?
Las enfermedades mentales
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Las sonrisas desvergonzadas y prepotentes de los corruptos, por ejemplo o más en general, los malos modos, la chabacanería.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Algo relacionado con la ciencia, que también es una labor creativa.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Ir en bici o correr cuando el tiempo lo permite. Creo que la mente y el cuerpo son la misma cosa.
¿Sabe cocinar?
Sé poco pero me da juego.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Adelaida García Morales o a Rowland S. Howard.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Inteligencia.
¿Y la más peligrosa?
Todo apunta a que sea la palabra ‘religión’.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No de veras.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Creo que la ecología es la única ideología cien por cien defendible.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Ni idea, quizás Saga Norén la detective de la serie, por el coche…
¿Cuáles son sus vicios principales?
La dispersión y el prosecco.
¿Y sus virtudes?
Nunca llegamos a conocerlas del todo.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Creo que pensaría en algo práctico para intentar escapar y seguir con vida, como cualquier otra persona.

T. M.