sábado, 27 de mayo de 2017

Entrevista capotiana a Miguel Izu

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Miguel Izu.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Mi casa, en la que vivo actualmente, siempre y cuando le pudiera poner un paisaje marino que mirar desde una ventana orientada al oeste, o una casa al borde del mar con las comodidades que tengo en la mía (biblioteca, sofá, conexión a Internet, supermercado en las proximidades).
¿Prefiere los animales a la gente?
Solo como alimento.
¿Es usted cruel?
Quiero creer que poco.
¿Tiene muchos amigos?
Demasiados, entendiendo por demasiados más de los que puedo atender debidamente.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Inteligencia, sentido del humor (perdón por la redundancia), generosidad.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
A veces, supongo que en una proporción similar a la que yo les decepciono a ellos.
¿Es usted una persona sincera? 
Todo lo sincera que se puede ser razonablemente.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leyendo mientras escucho música o tomando unas cañas conversando con unos amigos. También viajando y escribiendo.
¿Qué le da más miedo?
El dolor. El fracaso.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La indiferencia ante la injusticia.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
No soy escritor profesional, es solo una de mis actividades, pero en todo caso me gusta tener una vida creativa. Me he dedicado al derecho, a la docencia universitaria, a la política. Me hubiera gustado dedicarme a la música, pero carezco de aptitudes.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
La bicicleta. Soy muy vago y necesito hacer ejercicio sentado.
¿Sabe cocinar?
Lo mínimo, pero soy muy buen pinche.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A mi profesor de literatura e historia del arte de sexto de bachiller, que me abrió los ojos y la mente a mundos desconocidos.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Aleluya.
¿Y la más peligrosa?
Ego.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Se me pasa enseguida.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Izquierda. Pacifismo. Federalismo.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Una brisa fresca.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Pensar. La comida. El vino y la cerveza. La soledad. La música. Los sanfermines. Escribir. La apatía. El escepticismo.
¿Y sus virtudes?
La constancia. La puntualidad. El escepticismo.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Mi infancia, mi familia, mis amigos… supongo. O quizás sólo las recomendaciones del manual de supervivencia en el mar.

T. M.