domingo, 11 de marzo de 2018

Entrevista capotiana a Pedro Gascón


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Pedro Gascón.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Probablemente en la casa familiar que tenemos en un pueblo. Ahí tengo todo lo necesario para vivir, una mina de agua, huerto, leña y chimenea, árboles frutales… Es mi refugio, donde siempre me encuentro y sé que soy yo.
¿Prefiere los animales a la gente?
Según el tipo de animal, si hablamos de perros, caballos y aves sí, pero entiendo al ser humano como un animal más y a ese no lo soporto.
¿Es usted cruel?
Con los animales no, con los humanos puedo serlo. Pero no es algo primordial en mi naturaleza.
¿Tiene muchos amigos?
No.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Me gusta mucho la lealtad, pero sólo les pido que sean ellos mismos.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Alguna vez, pero imagino que la amistad consiste en eso, en saber perdonar los errores de los otros y aprender de ellos para no cometerlos uno mismo.
¿Es usted una persona sincera? 
“La sinceridad, enemiga del ganador” (Héroes del Silencio).
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
No sé qué es el tiempo libre. Todo me parece tiempo de necesidad. Cuando leo por placer y gusto, no es tiempo libre, es la necesidad de aprender. Cuando cavo la tierra es la necesidad de oxigenarla para poder hacer uso de ella, cuando estoy con mis hijos, también es la necesidad de formar parte de sus vidas y ellas de la mía… no hay nada libre, menos el tiempo. Todo es elección y necesidad.
¿Qué le da más miedo?
Durante muchos años he sufrido, la imagen en sueños de estrellarme con el coche en un accidente de tráfico (dicen que es símbolo de ansiedad, la cual sobrellevo). Por mi trabajo, llevo años realizando muchos kilómetros por carretera y creo que es mi mayor temor, un accidente de tráfico. De hecho, cuando he presenciado algunos, tiendo a quedarme bloqueado.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Nuestro presente. La pasividad de los seres humanos ante los problemas que nos rodean, de toda índole, ya sea social, cultural, etc. También el hecho de no querer aprender, de menospreciar la cultura, de no formarse en las artes de las Humanidades, y hacer de éstas algo menor, sin importancia, arrinconándolas en los sistemas educativos, ahogándolas sin escrúpulos ni pudor.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Bueno, no sé si debería denominarme escritor. Hubiera sido músico, de hecho, lo fui durante un tiempo, unos 20 años, formando parte de bandas de Rock, pero lo abandoné por cansancio. También me gusta la talabartería, me relaja el contacto con el cuero y la creación de patronaje para crear objetos.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
No, aunque debería, al menos por mantener en forma el cuerpo y forzar un poco la maquinaria.
¿Sabe cocinar?
Sí, me gusta mucho, siempre y cuando sea para un reducido grupo de personas. Trabajé en la hostelería y sé lo que conlleva el hacerlo para muchos comensales.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Sin dudarlo, sobre las obras de Pío Baroja o Julio Llamazares, otras de mis pasiones.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Hija/Hijo.
¿Y la más peligrosa?
Barbarie, en ella se encuentran todos los peligros que más odio.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Algún calentón he tenido y lo he podido pensar hiperbólicamente, pero no entra en mis planes, pueden estar tranquilos… jajajaja. Pese a todo no me he visto en la necesidad, no he vivido una guerra ni he sentido el acoso de sentir miedo o protección por mi vida, en esos casos, habría que verme, habría que vernos.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Republicanas, entiéndase ser republicano no sólo como hombre de izquierdas, como se tiende a pensar en España, sino como un sistema de gobierno en el cual tienen cabida ambos frentes ideológicos. Y sobre todo antimonárquico, los reyes me parecen, institucionalmente, un lastre caduco y rancio para la sociedad actual.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Una montaña en mitad de las horas.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Hoy en día sólo el tabaco, pero tiendo a ser vicioso.
¿Y sus virtudes?
La tenacidad, según dicen.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
(Espero no verme en tal situación y de tener que pasar por ese trance, poder contártelo.)
T. M.