Hace un año, tuve el gran placer de preparar el prólogo para esta edición que ha aparecido a comienzos de este 2018 en la editorial Renacimiento. En él, por extenso, hablo de la vida y obra de Dickens en general y en particular en torno a esa obra, pues Tiempos difíciles es un reflejo de su infancia como trabajador de una fábrica, de su preocupación por la clase obrera e incluso de su gusto por las artes escénicas. Y es que lo tiene todo: drama y absurdo, niñez inocente y adultos sin escrúpulos, una burla de ciertas prácticas educativas. Apoyándome en biografías de Peter Ackroyd y Chesterton, sobre todo, indago en el hombre, en el escritor que concibió esta historia (la única de las suyas que no sucede en Londres) en lo que, también para él, fueron hard times desde el punto de vista más personal.
TEXTO DE CONTRACUBIERTA:
Una "parábola de la era industrial", regida por la ley de la oferta y la demanda que, más de un siglo y medio después de ser escrita, se mantiene vigente y vívida, inamovible en las crueles desigualdades e injusticas que genera. Trata de la condición humana, de la difícil situación de las clases populares durante la primera Industrialización, del egoísmo insolidario de los poderosos, de cómo hay que educar a los jóvenes y de la alegría y generosidad de la gente del circo, entre otros muchos trascendentales asuntos. Todo ello contado con la suprema ironía y el descomunal encanto habituales en el mundo creado por Dickens.