sábado, 28 de abril de 2018

Entrevista capotiana a Óscar Aibar


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Óscar Aibar.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
El camarote del capitán del HSM Beagle, el barco en que Darwin descubrió el mundo.
¿Prefiere los animales a la gente?
No. Somos criaturas parecidas pero diferentes. No intercambiables.
¿Es usted cruel?
Lo he sido puntualmente en momentos difíciles con gente difícil. Pago mi culpa cada día por ello.
¿Tiene muchos amigos?
No tengo un millón de amigos. Sólo los suficientes.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que sean ellos mismos. Originales y únicos.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Lo han hecho alguna vez y ha dolido mucho.
¿Es usted una persona sincera? 
Sólo cuando bebo.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Mar, libros y el dolce fare niente principalmente.
¿Qué le da más miedo?
El rechazo y la enfermedad.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La falta de escrúpulos de los impostores.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Trabajar en un polígono 10 horas al día. Pero lo que hago ahora se parece demasiado a eso.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Trabajo de pie muchas horas. Los rodajes son muy duros.
¿Sabe cocinar?
Me encanta cocinar para mí y para los demás. No soy un portento pero me defiendo.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Hice una película sobre un dibujante llamado Vázquez. Podría empezar por él.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Esperanza.
¿Y la más peligrosa?
Megatón.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No. Sólo hacerle daño.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Neoliberalismo interplanetario.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Oficial científico en una nave espacial.
¿Cuáles son sus vicios principales?
La pereza y la vanidad.
¿Y sus virtudes?
La constancia. No tengo más.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Un payaso comiéndose un ratón vivo y mi primera comunión.
T. M.