viernes, 29 de junio de 2018

Entrevista capotiana a Suso de Toro

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Suso de Toro.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Preferiría no renunciar al mar, pero entonces tendría que ser mi ciudad, Santiago de Compostela, a veinte y algo kilómetros de la ría.
¿Prefiere los animales a la gente?
No. Me gustan por igual. Los animales son mejores personas, pero la gente es fascinante.
¿Es usted cruel?
Hay una coquetería artística en contestar que sí, pero me parece cursi y banal. Yo creo que no lo soy, pero en cambio soy un bruto y creo que demasiado salvaje. Pero creo que no tengo mala intención, en general.
¿Tiene muchos amigos?
Sí. Y no quiero renunciar a ninguno, pero no puedo atender a tantas personas. Tener muchos amigos es un signo de mis debilidades.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que sean mis amigos. Son muy distintos, pero todos tienen en común esa característica, que los elegí o me eligieron. La amistad nace de un deseo y luego de un acto.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Una o dos veces en toda mi vida. Si son amigos míos es porque lo merecen, todos cometemos errores y tenemos debilidades pero eso no excluye lo fundamental: son mis amigos.
¿Es usted una persona sincera? 
La sinceridad es una cualidad noble, yo no sé si la tengo. Lo que sí soy es franco, con una minúscula muy clara y grande, con una franqueza que puede ser inapropiada, indecorosa, impertinente y brutal a veces.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Pongo música y hago cosas, escribo, deambulo por la casa, veo la televisión. Paseo con mi perra, que es mía y yo soy suyo. Paseo con las personas que quiero. Paseo y tomo vinos con los amigos, amigas.
¿Qué le da más miedo?
Que le ocurran cosas malas a las personas que quiero.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Me escandalizan muchas cosas, no debiera padecer escándalo a estas alturas. El poder político, que expresa el poder económico, el dominio mental, cultural, que reina en España. Estoy convencido de que he vivido y moriré bajo el mismo franquismo y me revienta. Lo mismo en el mundo, el cinismo y la codicia de las potencias y como tratan a poblaciones enteras con la misma crueldad con la que tratamos todos al ganado.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
No lo sé. Siempre me imaginé artista, pintor o escritor pero artista. Dedicado a otra cosa sobreviviría, cuando vivía de otra cosa la creatividad se expresaba en bromas y ocurrencias.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Ya sé que debería...
¿Sabe cocinar?
A medias. Sé cocinar algunas cosas y si es necesario cocino otras más.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Tengo que pensarlo. Voy a contestar a las siguientes y luego vuelvo. (…) No se me ocurre alguien para calzarle ese título. Hay muchas personas a las que admiré y admiro, pero eso de “personaje inolvidable” efectivamente es de Reader´s Digest y es renunciar a las demás personas que admiro.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
“Toma.”
¿Y la más peligrosa?
... No se me ocurre... (Debo poner “odio” o algo así?)
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
El deseo, muchas veces. A personas que hacían algo odioso a alguien. Y cuando era militante contra Franco y éste vivía, de un modo frío pensé que sería capaz de matarlo.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Me considero un liberal en el sentido etimológico e histórico de la palabra, alguien que cree y defiende la libertad de las personas. Y eso incluye la libertad de las personas que quieren vivir juntas en una comunidad, los pueblos, las naciones. En general, defiendo y creo en la libertad como un bien supremo y como bien decía Cervantes, “uno de los más preciados dones que a los hombres dieron los cielos”. Aunque hoy la palabra “liberal” desgraciadamente significa lo contrario. Pero sé que viviendo donde vivo y conociendo la cultura pública de mi país soy visto de otro modo. Pero creo que es un malentendido, soy un liberal conservador que creo en la justicia y la libertad, simplemente.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Pues entonces, pintor. O viticultor.
¿Cuáles son sus vicios principales?
La dispersión, el exceso, la ansiedad.
¿Y sus virtudes?
La dispersión, el exceso, la ansiedad. Creo que también el preocuparme por los demás (aunque es un exceso).
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
La preocupación por las personas que quiero y dejo atrás. En realidad se arreglarían muy bien sin mí pero mi vanidad hace que me preocupe.
T. M.