Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Seguramente,
la Tierra.
¿Prefiere los animales a la gente?
Siento
empatía hacia los seres indefensos, y los animales lo son ante el desolador
poder del hombre.
¿Es usted cruel?
Me despreciaría.
¿Tiene muchos amigos?
Si fueran muchos, no
serían amigos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que no sean
perfectos.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
¿Qué sería
de la amistad sin la decepción?
¿Es usted una persona sincera?
La
sinceridad, por supuesto, no existe.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Trabajando sin cobrar.
¿Qué le da más miedo?
El diablo.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le
escandalice?
La ideología.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida
creativa, ¿qué habría hecho?
No me
considero escritor. Me he ganado la vida como arquitecto, y no me atrevería a
decir que lo soy. Ser escritor, arquitecto o flautista es algo demasiado serio.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Sí.
¿Sabe cocinar?
¡Cómo me gustaría poder
cocinar!
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un
personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
No se me ocurre nadie
con esa categoría.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de
esperanza?
Dios.
¿Y la más peligrosa?
Dios.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Habíamos
quedado en que la sinceridad no existe, ¿verdad?
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Liberal progresista.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Caballo.
¿Cuáles son sus vicios principales?
No sabía que había más
de uno.
¿Y sus virtudes?
Soy un buen tío.
Sinceramente.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del
esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Pensaría: No jodas,
así no.
T. M.
