El espléndido memorialista de «La invención de la soledad», «A salto de mata» y «Experimentos con la verdad», impudorosamente atractivo, con una fuerza autobiográfica incomparable, Paul Auster, surge en este libro autoanalítico junto con su faceta de narrador que ha alcanzado un grado de originalidad inigualable en las últimas décadas. Todo se produce a partir de una serie de conversaciones con la profesora danesa I. B. Siegumfeldt, que demuestra el absoluto conocimiento que tiene de la obra del autor de Nueva Jersey, amén de una gran capacidad para sugerir modos de reflexión que empujen a revisar libro a libro toda esta maravillosa trayectoria. De este modo, «Una vida en palabras», título tan simple como adecuado (traducción de Benito Gómez Ibáñez), es una formidable vía para adentrarse en las diecisiete novelas y cinco libros autobiográficos del Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2006, es decir, la casi totalidad de sus creaciones. Es una lástima sin embargo que un trabajo tan bien concebido y llevado a término, pues en él se nota que Auster se implicó por completo, preparando fragmentos de su obra a modo de ejemplos de lo que se iba explicando y meditando profundamente sobre sus personajes y otros muchos asuntos literarios, no alcanzara la última obra, la extensísima «4 3 2 1» , de 2017.
En la línea de toda su trayectoria, en que destaca como uno de sus temas clave la red de coincidencias y simultaneidades que dan como resultado un destino sorprendente en la vida de sus personajes, esta novela cuenta cómo el protagonista experimentaba una suerte de desdoblamiento con cuatro personajes más que compartían el mismo nacimiento y ADN. Algunas reflexiones sobre semejante reto habría sido deseable que aparecieran en estas conversaciones, que en todo caso nos colocan a un Auster entre informal y filosófico, un Auster que reivindica su vena poética y para quien todo es «incertidumbre», cada proyecto literario un nuevo inicio con las mismas inseguridades y dudas.
Las charlas se realizaron entre los noviembres de 2011 y 2013, es decir, cuando Auster preparaba la irregular «Diario de invierno», en la que se revisaba a sí mismo a partir del estudio de su cuerpo en la que consideraba la última estación de su vida, e «Informe del interior», un ejercicio memorístico demasiado personalista: él de niño, adolescente, joven, mirándose al espejo de un hombre ya en la sesentena. Atrás quedaba el escritor magistral de «La trilogía de Nueva York», «El palacio de la luna» o «El libro de las ilusiones», sobre los que Auster habla aquí en lo que constituye una joya para los amantes de su literatura. La confluencia entre realidad y ficción, la ascendente importancia del erotismo en su trayectoria, su tendencia al «collage» narrativo..., mil y un detalles aparecen incluso interesantes para quien no haya leído ninguno de sus libros, pues penetran en temas que son materia artística de primer orden y que fueron seleccionados con la ayuda de su mujer la también escritora Siri Hustvedt.
Publicado en La Razón, 28-VI-2018