En 1972,
Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que
nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama,
1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas
preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres,
ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana»,
con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Miguel Guerrero.
Si
tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál
elegiría?
España.
¿Prefiere
los animales a la gente?
No.
¿Es
usted cruel?
No.
¿Tiene
muchos amigos?
No.
¿Qué
cualidades busca en sus amigos?
La sinceridad.
¿Suelen
decepcionarle sus amigos?
No.
¿Es
usted una persona sincera?
Sí.
¿Cómo
prefiere ocupar su tiempo libre?
Compartido con la
familia.
¿Qué
le da más miedo?
Nada.
¿Qué
le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La pleitesía.
Si
no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Lo mismo.
¿Practica
algún tipo de ejercicio físico?
Andar 5 Km matinales.
¿Sabe
cocinar?
No.
Si
el Reader’s Digest le encargara
escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién
elegiría?
MANSA MUSA, Emperador de
Mali (siglo XIV, 1312/1337). La Persona más rica del mundo en todos los
tiempos.
¿Cuál
es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Amor, Love, Amour.
¿Y
la más peligrosa?
Odio.
¿Alguna
vez ha querido matar a alguien?
No.
¿Cuáles
son sus tendencias políticas?
La libertad del
individuo por encima de todo.
Si
pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Yo mismo.
¿Cuáles
son sus vicios principales?
Ninguno.
¿Y
sus virtudes?
Casi todas.
Imagine
que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían
por la cabeza?
Esposa, hijos y nietas.
T. M.