domingo, 4 de noviembre de 2018

Entrevista capotiana a Jordi Verdaguer


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Jordi Verdaguer.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Algún lugar cerca del mar. El mar da alas a la libertad y calma el espíritu.
¿Prefiere los animales a la gente?
Necesito estar rodeado de gente, y amo a los animales.
¿Es usted cruel?
No, algunos de los personajes si lo son, y bastante.
¿Tiene muchos amigos?
Diría que sí.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Quien tiene un amigo tiene un tesoro. Un amigo no se busca, se encuentra.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Nunca. Todos te aportan y a todos les agradezco su amistad.
¿Es usted una persona sincera? 
Soy escritor y tengo que serlo pues sino traicionaría a mis personajes y a mis lectores.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Con una buena lectura y una buena compañía.
¿Qué le da más miedo?
La soledad no buscada y una vida sin amor.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Una vida sin un fin; una vida vacía.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Yo no decido, creo en la máxima que Dios dispone y el hombre propone, escribo porque lo llevo en la sangre. No concibo hacer otra cosa.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Me gusta mucho andar e intento practicar deporte dos veces por semana.
¿Sabe cocinar?
Desgraciadamente soy soltero y no tengo a nadie para quien cocinar.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Charles Chaplin, lo encuentro un personaje entrañable.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Amor.
¿Y la más peligrosa?
Envidia.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Nunca.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
El agnosticismo.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
No querría hacer otra cosa.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Ser demasiado perfeccionista.
¿Y sus virtudes?
Amar la vida cada día.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
El recuerdo de mi madre.
T. M.