viernes, 23 de noviembre de 2018

Entrevista capotiana a Jorge Valdés Díaz-Vélez

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de J. Valdés Díaz-Vélez.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
En una playa donde siempre amanezca.
¿Prefiere los animales a la gente?
A la gente.
¿Es usted cruel?
No.
¿Tiene muchos amigos?
Contados con los dedos de una mano.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Lealtad, inteligencia, sensibilidad.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Tanto como yo a ellos.
¿Es usted una persona sincera? 
Sí.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leyendo.
¿Qué le da más miedo?
La violencia, el fanatismos, la intolerancia, el racismo, la ignorancia, el autoritarismo, la falta de valores, la deslealtad, el cinismo, los extremismos.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La indiferencia generalizada frente a la respuesta anterior.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Me hubiera gustado ser arquitecto o músico.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
No con la frecuencia que debería.
¿Sabe cocinar?
Sí, lo hago todos los días.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Safo.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Hijo
¿Y la más peligrosa?
Padre
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Socialdemócrata
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
La piedra del poema de León Felipe
¿Cuáles son sus vicios principales?
La imaginación.
¿Y sus virtudes?
La gente que me conoce dice que mi nobleza y solidaridad.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
La sonrisas de las personas a las que he querido, de las que quiero y me quieren.
T. M.