lunes, 10 de diciembre de 2018

Entrevista capotiana a Jordi Ledesma


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Jordi Ledesma.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
En un hotel de cinco estrellas en el centro de París.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero a algunos animales a mucha gente.
¿Es usted cruel?
Quiero pensar que no. Pero creo que lo sería, o lo seré, si pudiera vengarme de quien me haga daño.
¿Tiene muchos amigos?
No.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que no se muestren banales conmigo.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No.
¿Es usted una persona sincera? 
No. Las mato callando.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Haciendo el amor y durmiendo después.
¿Qué le da más miedo?
Cualquier situación cuya consecuencia sea morir ahora.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La estupidez voluntaria de muchísima gente.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Sería parado de larga duración.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Juego con mis hijos. A veces es bastante exigido.
¿Sabe cocinar?
Con solvencia contrastada.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A uno que no recordara nadie como el Kid Padilla de Antonio Soler, por ejemplo.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Sensatez. Pero los sustantivos dependen demasiado de los adjetivos.
¿Y la más peligrosa?
Ignorancia.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Más de una.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Cada día soy de más lejos.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Heredero de una fortuna inacabable.
¿Cuáles son sus vicios principales?
El tabaco y los mercadillos de libros usados.
¿Y sus virtudes?
Soy una persona cariñosa.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Mi madre enseñándome a leer. Mi bisabuela riñéndome. Yendo de paquete en la bici de mi padre. La playa. Una pelota. Besos. La noche. Picasso. Annette Bening. Más besos. Domingos de lluvia. Yo dándole la mano a Ana María Matute. Otra noche. La madre de mis hijos. Mis hijos. La madre de mis hijos con mis hijos.
T. M.