sábado, 8 de diciembre de 2018

Entrevista capotiana a Sergio Milán Jerez


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Sergio Milán Jerez.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Barcelona. Es una ciudad que me encanta.
¿Prefiere los animales a la gente?
Prefiero una buena conversación en buena compañía, y si es tomando una cerveza bien fría en una terraza, mucho mejor. Pero tengo que decir que he tenido dos perros, y el amor que te dan sin pedir nada a cambio es de otro mundo.
¿Es usted cruel?
Nunca me lo he preguntado, pero te diría que no.
¿Tiene muchos amigos?
Tengo muchos conocidos. Amigos puedo contarlos con una mano y me sobran dedos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Lealtad, sinceridad, confianza.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Como costumbre por supuesto que no (estoy sonriendo). Supongo que alguna vez me han podido decepcionar, como yo a ellos. Nadie es perfecto.
¿Es usted una persona sincera?
En la medida de lo posible, intento serlo.  
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Me gusta pasear, salir con mis amigos, ir de compras (reconozco que me encanta) o ver una buena peli en el cine.
¿Qué le da más miedo?
Perder a un ser querido.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Podría decir varias cosas. En este caso diré lo que considero más injusto: me escandaliza que, en pleno siglo XXI, todavía haya personas que mueran de hambre.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Hubiera intentado ser policía. Me habría encantado estar en alguna unidad de investigación.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Sí. Practico fitness y, de tanto en tanto, salgo a correr.
¿Sabe cocinar?
Creo que me defiendo bastante bien.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Sin duda, elegiría a Batman. Es un personaje que siempre me ha impactado.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?  
Más que una palabra, escogería una frase: “Si quieres, puedes”.
¿Y la más peligrosa?
Aunque suene contradictorio, escogería la misma. Porque, desgraciadamente, no todos tenemos las mismas oportunidades.  
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Dicho así suena muy fuerte (vuelvo a sonreír). Alguna vez me han sacado de mis casillas, pero no para llegar tan lejos. No vale la pena.  
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Hoy por hoy, me cuesta creer en la política.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Te diría varias: director de cine, guionista, actor de doblaje, dibujante de novela gráfica.
¿Cuáles son sus vicios principales?  
Supongo que la autoexigencia. Pero, por otro lado, si no la tuviera, estoy convencido de que no estaría haciendo esta entrevista.
¿Y sus virtudes?
Actitud positiva y trabajador incansable. Siempre se puede aprender e intento mejorar cada día, aunque sea un poquito.  
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Seguramente pensaría en cómo salir de ese momento tan complicado. Y también pensaría en todas las cosas que me quedan por hacer.
T. M.