domingo, 14 de abril de 2019

Entrevista capotiana a Emilio Lara


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Emilio Lara.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Una ciudad. De Europa.
¿Prefiere los animales a la gente?
No.
¿Es usted cruel?
Esta pregunta lleva implícita la respuesta: no.
¿Tiene muchos amigos?
Un puñado. Conocidos, muchos más. Colegas, ninguno, pues nunca me ha gustado el colegueo.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Lealtad, inteligencia y un mundo interior interesante.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
No, por eso los escojo con cuidado.
¿Es usted una persona sincera? 
Me gusta la mezcla de sinceridad expansiva y diplomacia.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Leyendo, escribiendo, paseando, viajando, pensando y estando con gente a la que quiero.
¿Qué le da más miedo?
Algunas enfermedades.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La mala educación y las malas formas.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Dar clases (lo hago).
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Pasear.
¿Sabe cocinar?
Soy un hacha haciendo algún tipo de pasta. Y controlo el microondas y el tostador de pan.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
De Gaulle o Churchill.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Amor.
¿Y la más peligrosa?
Resentimiento.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
¿Con mis propias manos?
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Toda la órbita del liberalismo.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Soy un profesor que escribe y me gustaría ser un escritor que da clases.
¿Cuáles son sus vicios principales?
¿Confesables? La lectura.
¿Y sus virtudes?
La creatividad y la lealtad.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
La de quien más me quiere.
T. M.