lunes, 4 de noviembre de 2019

Entrevista capotiana a David Llorente


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de David Llorente.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Elegiría la ciudad de Madrid. Elegiría que Madrid se arranca del suelo y echa a volar por encima de las demás ciudades.
¿Prefiere los animales a la gente?
Tengo poca experiencia con animales y con gente. Me gustan los perros.
¿Es usted cruel?
A veces aparento serlo, pero no.
¿Tiene muchos amigos?
Hasta ahí podíamos llegar.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que no me pregunten por mi vida después de 20 años sin habernos visto.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Si lo son es porque no.
¿Es usted una persona sincera? 
Cualquier respuesta a esta pregunta es susceptible de ser falsa.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Escribiendo.
¿Qué le da más miedo?
No llegar a tiempo a la revolución tecnológica que nos permita la inmortalidad.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
La ignorancia en acción.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Cine.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Sí.
¿Sabe cocinar?
Sé modificar  la comida para poder ingerirla.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Javier Tomeo.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Rohožka.
¿Y la más peligrosa?
Mío.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Pues no.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Hacia donde el destornillador afloja.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Viento. Niebla. Sueño. Por ese orden.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Soy puntual.
¿Y sus virtudes?
Soy puntual.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Yo muerto.
T. M.