miércoles, 20 de noviembre de 2019

Entrevista capotiana a Use Lahoz


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Use Lahoz.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Empezamos bien… es un poco complicado elegir uno, pero así a bote pronto se me ocurre el piso que compartí con unos amigos en Padua durante un año muy especial, Via Collegio San Marco número 4.
¿Prefiere los animales a la gente?
No necesariamente. A ratos, tal vez…
¿Es usted cruel?
No creo, quizás conmigo mismo un poco…
¿Tiene muchos amigos?
De momento quedan algunos.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Que sean indulgentes… poco vengativo, o sea, que puedan perdonar…
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Claro, por eso los quiero. Pero a  la inversa creo que se han dado más casos.
¿Es usted una persona sincera? 
Pues depende…
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Trabajando, ese placer…
¿Qué le da más miedo?
La salud y la ausencia de unos cuantos…
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
Los mentirosos profesionales.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Me hubiera gustado ser arquitecto o cocinero.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Sí, ahora  running y natación.
¿Sabe cocinar?
Me defiendo. Intento mejorar.
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
A Jean Prouvé.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Pues mira, no sé, charme, quizás encanto, por aquello de Albert Camus, que decía “el encanto es la manera de conseguir un sí sin haber preguntado nada”.
¿Y la más peligrosa?
“¿Salimos?” 
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
Sí, supongo, pero al final mejor pasar de todo, ¿cómo era aquello? cuando quieras matar a alguien piensa que una ve fue niño y que un día se va a morir por sí mismo…
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Te respondo con el nombre de un barco: Winnipeg.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Arquitecto.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Soy inconstante con los vicios.
¿Y sus virtudes?
Ninguna que yo sepa, bueno, la constancia tal vez…
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? 
Ese sol de la infancia, supongo… 
T. M.