El pasado viernes día 31 recomendé, en el programa de la SER Aquí amb Josep Cuní, en la sección en la que colaboro, Mentalidad mamba. Los secretos de mi éxito, de Kobe Bryant (editorial Alienta).
Fue mi manera de homenajear al jugador de los Lakers, al que vi jugar veinte años. Además de lo que comento en el programa, transcribo unas palabras de Pau Gasol: “Jamás he visto en toda mi carrera un jugador tan
entregado a ser el mejor. Su determinación es inigualable. Sin duda, trabajaba
más duramente que cualquier otro jugador que haya conocido”. Y destaca que cuando los compañeros se iban a dormir, él todavía se ponía a entrenar. Y escribe aquí
que este libro es ciertamente una fuente de inspiración.
Esto lo corrobora Phil Jackson, en la introducción, donde habla de cómo fue su relación por un
objetivo común: el campeonato de la NBA cinco veces. Destaca que era
realmente un estudioso del juego, y el libro lo demuestra, porque Kobe analiza
jugadas, posiciones de pies y brazos, detalles de tiro o de defensa, etc. Lo terrible es leer el último párrafo de la introducción, pues Jackson dice: “Las
fotografías de este libro son un testimonio de la manera en que Kobe ha pensado
sobre el juego. De hecho, el modo en que Kobe enfoca el baloncesto le ha
preparado para la siguiente etapa de su vida, una etapa que ya resulta tan
interesante e intensa como su larga carrera con los Lakers”. Un etapa fuera del baloncesto y cerca de la familia que ya no se producirá.