martes, 8 de septiembre de 2020

Entrevista capotiana a María Reig


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de María Reig.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría?
Me quedaría en Madrid.
¿Prefiere los animales a la gente?
Me gustan los animales, pero los seres humanos me fascinan.
¿Es usted cruel?
No acostumbro a dejar que esa forma de ser me domine, pero seguro que lo he sido en más de una ocasión.
¿Tiene muchos amigos?
Diría que los justos. Y, aunque soy joven, la vida ya me ha enseñado a identificar cuáles son los verdaderos, los que están en las malas y las peores.
¿Qué cualidades busca en sus amigos?
Algo que comparten todos mis amigos es que cada uno tiene su propia personalidad, su toque genuino. Me gusta rodearme, además, de buenas personas, con principios sólidos.
¿Suelen decepcionarle sus amigos?
Siempre hay alguien que te desconcierta de vez en cuando, pero no en asuntos graves.
¿Es usted una persona sincera? 
Sí. Se me da fatal mentir y tengo una obsesión importante con la sinceridad y la coherencia.
¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre?
Me gusta leer, escuchar música y viajar.
¿Qué le da más miedo?
La enfermedad y la muerte.
¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice?
El triunfo de la mentira.
Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho?
Ejercer el periodismo a tiempo completo.
¿Practica algún tipo de ejercicio físico?
Sí, me gusta caminar. Suelo hacer de ocho a diez kilómetros al día.
¿Sabe cocinar?
Sí. ¡Y me encanta!
Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría?
Hace poco, en otra entrevista, dije que los Beatles. Pero voy a cambiar. Me gusta ir variando. Hoy te diría que a Matahari.
¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza?
Generación.
¿Y la más peligrosa?
Verdad.
¿Alguna vez ha querido matar a alguien?
No, la verdad es que no.
¿Cuáles son sus tendencias políticas?
Moderadas siempre.
Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser?
Una canción de esas que son eternas.
¿Cuáles son sus vicios principales?
Evado el conflicto y, a veces, puedo llegar a ser un poquitín autodestructiva.
¿Y sus virtudes?
La lealtad y saber escuchar.
Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza?
Todos los momentos con los míos. Estoy convencida.
T. M.