lunes, 19 de octubre de 2020

Entrevista capotiana a D. Ramírez García-Mina


En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Daniel Ramírez García-Mina.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Un salón con chimenea en medio del bosque.

¿Prefiere los animales a la gente? ¿Dónde empiezan unos y acaban otros?

¿Es usted cruel? Sólo cuando leo. Sólo cuando escribo.

¿Tiene muchos amigos? ¿Qué es un amigo?

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Que muestren sus oscuridades como yo les mostraría las mías.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? El “amigo” que decepciona suele escribir antes varios prólogos. Se anuncia con muy poco disimulo.

¿Es usted una persona sincera? Soy periodista, ¡me pagan por serlo! O por intentarlo…

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Intento convertirlo en tiempo “libro”.

¿Qué le da más miedo? El no ser.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Me encantan los escándalos. No hay nada mejor que exagerar un escándalo.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Disimular muy mal mi inutilidad. Habría intentado -con el consecuente fracaso- ser músico.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Corro, pero nunca logro escapar del todo.

¿Sabe cocinar? Sé sobrevivir.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Teniendo en cuenta que a mi favorito, Eusebius, ya lo he biografiado… Me quedo con César González-Ruano.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Madre.

¿Y la más peligrosa? Oiga, ya que hablamos de Eusebius… Él decía que la palabra más peligrosa es la “envidia”. Porque las “íes” silban como serpientes.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? No, que yo sepa.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? El desencanto.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Pianista en el Toni2.

¿Cuáles son sus vicios principales? El queso, los libros viejos, los periódicos, la escritura…

¿Y sus virtudes? Son tan inofensivas que no merecen mención.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Todo aquello que debería haber dado y no di.

T. M.