Platón encabeza, con un epígrafe extraído de “La
República” –sobre los límites al desarrollo de las ciudades–, este notable
trabajo de un hombre versado en asuntos biológicos. La referencia no es
gratuita sin pensamos que el pensador griego proyectó en su imaginación un ámbito nuevo, a mitad de camino entre la
ideología política y la filosofía, diseñando una polis (o ciudad-estado) que hubiera pretendido
similar a su querida Atenas; no exactamente una suerte de ciudad ideal pura y
perfecta, es decir, imposible, sino una alternativa científica y pragmática a
la realidad del momento, mediante la cual criticaba la guerra, cuestionaba la
democracia y soñaba con una sociedad en la que rigiera la justicia.
Mark W. Moffett ha recorrido el mundo observando las costumbres sociales y, con la capacidad de asombro y respeto por la diversidad de hábitos propios de un Montaigne se ha preguntado cómo y por qué el ser humano ha ido desarrollando complejas civilizaciones. “El enjambre humano” (traducción de Joaquín Chamorro) parte de premisas desde la biología, la antropología, la psicología y la historia para, muy consciente además de cómo nos está afectando el coronavirus, ver cómo “desde que existen las sociedades, los seres humanos han cambiado”. Lo interesante es cómo este profesor de biología evolutiva en Harvard hace paralelismos con la vida animal, fijándose cual Thoreau en el modo de comportarse las hormigas, y es que, “por incómodo que pueda parecer, las sociedades humanas y las de insectos se asemejan más de lo que estamos dispuestos a creer”.
Moffett examina la pertenencia a una sociedad como sentido de la identidad, junto con la raza y la etnia, es realista frente al hecho de lo que representa el “extranjero” y su difícil incorporación al ambiente al que se incorpora. Todas las sociedades, animales o humanas, de simples cazadores-recolectores o muy industrializadas, acaban por llegar a su fin. La cooperación y la protección mutua, o cómo eran en la antigüedad las primeras asociaciones de humanos nómadas, en contraste con las sedentarias, son solo algunos asuntos que el autor explora, con brillantez, para entender nuestra mente y cómo fundamos sociedades y las vemos desmoronarse.
Publicado en La Razón, 6-II-2021