miércoles, 3 de marzo de 2021

Entrevista capotiana a Alberto Ramos

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Alberto Ramos.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? Diría una isla perdida o algo así, pero la verdad es que yo creo que me suicidaría antes que verme toda la vida en el mismo lugar.

¿Prefiere los animales a la gente? Depende qué animales y qué gente.

¿Es usted cruel? Pues según a quien le preguntes. Yo procuro nunca actuar desde la maldad, y, cuando siento esa mala energía, dejar que se pase antes de tomar ninguna decisión. Pero igual hay gente ahí fuera que siente que, aun con todo y eso, soy de lo peor. Así que no sabría decirte. Creo que la crueldad puede ser muy subjetiva. Según mi criterio, obviamente no.

¿Tiene muchos amigos? La verdad es que me considero afortunado con el tema amistad, ya que para mí es muy importante. Tengo pocos amigos y muy importantes, lo que me hace sentir que son muchos más de los que realmente son en número.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Hay un estudio que habla que las personas tenemos como 3 “piernas” fundamentales (three legs). Estas son nuestra bondad (kindness), humor y profundidad (depth). Creo que esas son las cosas más importantes en las personas; que sean buenas, que tengan buen sentido del humor y que tengan profundidad.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? No.

¿Es usted una persona sincera? A veces demasiado.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Viajando y haciendo tramboladas, pero como ahora con el bicho no se puede me paso el día pensando proyectos, hablando por FaceTime con mis amigos, leyendo, haciendo fotos, escribiendo, entrenando, intentando comer sano y etc.

¿Qué le da más miedo? Supongo que perder mi salud. Levantarme un día y no poder andar, ver, sentir, o cualquier cosa que ahora soy consciente que tengo y puedo hacer pero igualmente podría no tener eso. Que me diagnostiquen algo que me impida seguir con mi vida, o a alguien a quien quiero. Creo, de hecho, que esas son las únicas cosas que me inspiran un miedo real y profundo.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Los fachas. Estoy practicando a llevarlos como puedo porque trato con más de lo que me gustaría, pero lo llevo mal.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Uf, yo es que hago un poco de todo. No me siento encasillado como escritor ni como ninguna otra cosa. Me interesan las artes como me interesan la política, la psicología y los deportes. Sería feliz el día de mañana siendo escritor, bailarín, político o psicólogo. O todas esas cosas. Definirse es limitarse.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Sí, entreno 6 veces a la semana, aunque no se nota una m* porque tengo el metabolismo de Peter la anguila, pero bueno. Eso, o que lo hago fatal, tampoco sabría decirte. Espero que con los años mejore la cosa.

¿Sabe cocinar? Sí, pero me da bastante pereza si te soy sincero. No es algo que me apasione especialmente.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Pues quizá a Rihanna, Arnold Schwarzenegger, o Barack Obama. Creo que de distintas formas son personas con recorridos extraordinarios y les admiro mucho por ello.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? A mí me gusta mucho la palabra / verbo tror en sueco, que es parecido al believe en inglés. Pero supongo que hope es mucho más poderoso e icónico como concepto que ninguna otra palabra a nivel global referente a la esperanza.

¿Y la más peligrosa? El concepto de la “unión”, cuando se usa para redimir responsabilidades, puede ser algo peligroso. Pasa más de lo que nos imaginamos, como los policías abusando de poder en Estados Unidos y llamando a la unión cuando la comunidad negra dice “basta” y empiezan a ser castigados por sus acciones, o los blancos supremacistas de EEUU también, que intentan dar un golpe de estado a través de una insurrección en el Capitolio americano y cuando llegan las consecuencias, usan la “unión” como arma de doble filo para evitar asumir las consecuencias de sus actos (diciendo, “tenemos que unirnos ahora en estos momentos, no es hora de buscar responsables, blablabla…”. Creo que el pensamiento crítico y el sentido común deben ir antes que discursos vacíos de falsa esperanza y unión, además de que el contexto social juega un papel importante, también.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Pues no sé, no lo he hecho nunca como para decirte si hay comparación siquiera entre estar enfadado y pensar “og es que lo mataba” y realmente cargarte a alguien. Pero no me veo mucho la verdad.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? En España no me gusta ninguno. En mi opinión, unos tienden a hacerlo mucho peor que otros, pero no por ello me gustan. La extrema derecha española me produce repulsión y me parece peligrosa, nazi, racista, homófoba y un peligro para la democracia. Los demás en general me parecen bastante incompetentes, corruptos, ignorantes, y sedientos de poder y dinero. Poco más. Me gusta más la política de Suecia, socialdemócrata de verdad (para con Suecia siento que funciona) y la de Biden y Harris, u Obama, para con EEUU. Para con España no siento que nada de lo que hay ahora funcione.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? Algo con alas y no solo pluma.

¿Cuáles son sus vicios principales? Creo que no tengo la verdad. Bueno, en la cuarentena el parchís online. Tuve que desinstalármelo ya porque eso si que era un vicio insano. Pero ya estoy limpio.

¿Y sus virtudes? Creo que se me da bien entenderme a las personas en general.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Pues no sé, me resulta un poco traumatizante la sola imagen de verme ahogándome para plantearme qué estaría visualizando entonces. Según el momento, hay días que pensaría “que venga un tiburón y me coma ya” y otros en los que estaría viendo una luz, queriendo, no sé, tocarla y salir. Vivir. Depende del día. Como con todo, supongo.

T. M.