lunes, 20 de septiembre de 2021

Entrevista capotiana a Sandra Mir

En 1972, Truman Capote publicó un original texto que venía a ser la autobiografía que nunca escribió. Lo tituló «Autorretrato» (en Los perros ladran, Anagrama, 1999), y en él se entrevistaba a sí mismo con astucia y brillantez. Aquellas preguntas que sirvieron para proclamar sus frustraciones, deseos y costumbres, ahora, extraídas en su mayor parte, forman la siguiente «entrevista capotiana», con la que conoceremos la otra cara, la de la vida, de Sandra Mir.

Si tuviera que vivir en un solo lugar, sin poder salir jamás de él, ¿cuál elegiría? El corazón de mis hijos.

¿Prefiere los animales a la gente? Depende de qué gente, y depende de qué animales. Aunque debo decir que, con los años, cada vez huyo más de la gente.

¿Es usted cruel? Seguro que lo he sido en alguna ocasión, pero no intencionadamente. Me falta malicia.

¿Tiene muchos amigos? No sé si son muchos o pocos, pero los que tengo son más que suficientes y me siento muy feliz de tenerles.

¿Qué cualidades busca en sus amigos? Positivismo, complicidad, lealtad, comprensión, cariño.

¿Suelen decepcionarle sus amigos? En alguna ocasión lo han hecho, del mismo modo que yo les habré decepcionado también. Lo importante no es la decepción, sino el saber entender, y perdonar en caso necesario, y seguir adelante.

¿Es usted una persona sincera? No suelo mentir, pero no siempre digo lo que pienso.

¿Cómo prefiere ocupar su tiempo libre? Suelo leer, estar con mi familia, salir de excursión, ver alguna serie o película, o simplemente no hago nada.

¿Qué le da más miedo? La muerte. Todavía me quedan muchas cosas por vivir.

¿Qué le escandaliza, si es que hay algo que le escandalice? Los bajos instintos del ser humano.

Si no hubiera decidido ser escritor, llevar una vida creativa, ¿qué habría hecho? Lo que estuve haciendo hasta que empecé a escribir y para lo que me formé: gestionar el área de personas de una empresa.

¿Practica algún tipo de ejercicio físico? Tengo épocas de todo, pero desde que empezó el confinamiento soy más constante. Me esfuerzo en caminar cada día lo mínimo recomendado, practico hiit y también he cogido afición a ir en bicicleta.

¿Sabe cocinar? Sí, no se me da nada mal. Especialmente la repostería.

Si el Reader’s Digest le encargara escribir uno de esos artículos sobre «un personaje inolvidable», ¿a quién elegiría? Elegiría a alguien muy cercano. La vida de las personas anónimas puede ser igual de apasionante que la de cualquier famoso.

¿Cuál es, en cualquier idioma, la palabra más llena de esperanza? Soñar. Todos deberíamos aspirar a conseguir nuestros sueños.

¿Y la más peligrosa? Poder. El ser humano es capaz de cualquier cosa por obtenerlo.

¿Alguna vez ha querido matar a alguien? Alguna vez me ha asaltado el pensamiento, ¡pero mi mente siempre lo ha rechazado de inmediato! Es una traidora jajaja.

¿Cuáles son sus tendencias políticas? Izquierdas, aunque actualmente me siento decepcionada con toda la clase política.

Si pudiera ser otra cosa, ¿qué le gustaría ser? A pesar de todos mis defectos, creo que me quedaría con quien soy. Pero si tuviera que elegir algo distinto, me gustaría ser bailarina.

¿Cuáles son sus vicios principales? Los libros, los dulces, las historias de amor con final feliz, la risa de mis hijos.

¿Y sus virtudes? Generosa, tenaz, humilde, luchadora.

Imagine que se está ahogando. ¿Qué imágenes, dentro del esquema clásico, le pasarían por la cabeza? Supongo que vería los rostros de aquellos a quienes echaría más de menos, aunque, si me quedaran fuerzas, quizás recordaría alguna escena de película que me diera pistas sobre cómo sobrevivir; o me vendrían a la mente técnicas de relajación aprendidas para salir a flote. Dudo que tuviera pensamientos demasiado filosóficos.

T. M.